La actividad se ofició en el sector de La Chimba de Antofagasta, y contó con la presencia de los recolectores del Vertedero Municipal, las Fuerzas Armadas, autoridades comunales, regionales y alumnos de los colegios San Agustín, Instituto Santa María, San Luis y Don Bosco.
En su prédica Monseñor Pablo Lizama, arzobispo de Antofagasta, abordó tres puntos, primero que el lugar para la celebración de la misa fue escogido por ser un sector "donde se realizan trabajos con mucho esfuerzo, pero con dignidad y el Padre Hurtado siempre se preocupó que estos tuvieran un reconocimiento por su labor". Segundo, que el ser servicial "se impregnara en los corazones de todos los antofagastinos y vaya creciendo con el tiempo" y que todos los presentes actúen en forma responsable con las personas que más necesitan, "que nos volvamos solidarios con los humildes", enfatizó.
De esta forma la comunidad oró a San Alberto, para que todas estas peticiones se hagan realidad.
Esta eucaristía fue realizada en el Día Nacional de la Solidaridad, en recuerdo que un 18 de agosto de 1952, dejó de existir el Santo chileno, Padre Alberto Hurtado, quien pasó gran parte de su existencia ayudando a los desvalidos y necesitados.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta