El pasado 1 de agosto, con la celebración de una Eucaristía en la Catedral, la Iglesia de Aconcagua dio por iniciado el mes de la Solidaridad. La celebración, fue presidida por el Pbro. Vicente Montenegro Lazo, Vicario General de Pastoral, contó con la participación de diversos estamentos de voluntariados y representantes de organizaciones sociales de la Provincia de San Felipe.
En su homilía el Padre Vicente recordó que: “Hablar de solidaridad, marchar por la justicia, o marcar este mes como un mero evento público, no basta, lo que se requiere es un cambio en el corazón y desde el corazón de cada uno.”
Además agregó, que vivir la solidaridad “se trata de atender y servir a los demás.” Centrando todo accionar de amor a los más necesitados, en una vida de comunicación con Dios, por medio de la oración, para que siguiendo el ejemplo de San Alberto Hurtado, la vida solidaria de los cristianos sea una respuesta a lo que Dios pide de nosotros.
Durante la celebración, los voluntarios del Hogar de Cristo, presentaron una imagen del Padre Hurtado, la que quedará, durante este mes, en el principal templo católico de la Diócesis.
Finalizada la Misa, el Padre Vicente Montenegro pidió a los voluntarios que extendieran las manos para ser bendecidas y de esta forma, lleven el Amor del Dios y su Misericordia a cuantos reciban su caridad. Además, al salir de la celebración, cada uno de los asistentes recibió el pan de la solidaridad, que manifiesta la sencillez y calidad de la labor de tantos hombres y mujeres que buscan hacer el bien sin pedir recompensa.
Fuente: Pastoral Social – Obispado de San Felipe