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Con el lema “Reforma educacional: Desafíos y oportunidades para la educación Católica”, la presencia del P. Tomás Scherz, Vicario para la Educación, y un panel compuesto por el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, los diputados Romilio Gutierrez y Giorgio Jackson, miembros de la Comisión de Educación, y el secretario ejecutivo de la Vicaria, Cristián Infante, padres y apoderados profundizaron en los cambios que se están impulsando desde el gobierno en el sistema educativo. Moderó la mesa la periodista Mónica Rincón.

“Es una convicción profunda nuestra, desde una tradición muy antigua, de que son los padres los primeros educadores”, explicó el P Tomás Scherz. “Ellos también quieren de alguna manera complementar la educación en los colegios”. De ahí la importancia de que conozcan la reforma, indicó.

Un diálogo necesario con los padres y apoderados

Tras dar la bienvenida, Cristián Infante explicó que el seminario se insertaba en el marco del llamado de los obispos en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, en torno a la necesidad de hacer cambios en educación, por los inaceptables niveles de desigualdad y exclusión.

Sin embargo, planteó inquietudes respecto al orden en que han sido ingresados los diversos aspectos de la reforma al Parlamento, echando en falta la discusión sobre la educación pública y la carrera docente.

Por su parte, el diputado Giorgio Jackson sostuvo que los padres y apoderados “son fundamentales para cualquier proceso de reforma, porque la educación no la podemos entender solo con lo que pasa en la escuela, sino también con lo que pasa en la casa y en el barrio”.

Tras un video explicativo de la reforma, indicó que “hay que asegurarles el derecho a una educación de calidad a todos, porque no se trata solamente de mis hijos sino también de todos sus compañeros a lo largo del país”. E hizo un llamado a una discusión centrada en la solidaridad: “La invitación es a que todos aportemos a reducir la desigualdad en educación, porque es imposible que surja solo desde un ministerio, va a depender de que cada uno haga su parte”, dijo.

“Estamos de acuerdo con hacer una reforma educacional”, señaló el diputado Romilio Gutierre. Sin embargo, pese al acuerdo en el diagnóstico, explicó, hay discrepancias en los medios para mejorar el sistema. “Nuestro sector político ha dado su respaldo a la reforma tributaria. Chile requiere una mejor educación, pero el desafío es ahora utilizar bien los recursos”, indicó.

Equidad y calidad

“No hay ningún otro país en toda la OCDE donde la cuna determine tanto el rendimiento escolar como en Chile”, dijo el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. “Lo que el sistema educacional en Chile está haciendo no es medir por talento, lo que está haciendo es medir por la altura del apoyo que reciben de sus familias”. De perseverar, señaló, “vamos a generar un determinismo social que en definitiva nos va a fracturar como sociedad”.

En este sentido, explicó que los tres proyectos de ley presentados –fin al lucro, copago y selección– apuntan a reducir el problema de la segregación que, a su juicio, es indisoluble del tema de la calidad. “Tenemos que darles a todos la posibilidad de escoger su proyecto de vida independiente de su lugar de origen”, dijo.

Educación pública y carrera docente

El ministro Nicolás Eyzaguirre explicó a los padres que en el mapa trazado por el gobierno para la reforma, el tema de los profesores y el fortalecimiento a la educación pública están asimismo contemplados.

Sin embargo, explicó, tales proyectos no han sido presentados aún para no generar una “Torre de Babel”, en que “simplemente nadie entendería nada y sería el festival de las tergiversaciones”, afirmó.

“Dos tercios de los profesores no tienen las competencias necesarias” sostuvo. Ante ello, el gobierno trabaja un protocolo, anunció, junto al Colegio de Profesores y a las instituciones agrupadas en el Plan Maestro, que va a significar “mucho más eficiencia y más exigencias a cambio de condiciones mucho más dignas para nuestros profesores, mejores salarios, más tiempo de horas no lectivas. Solo cuando brille la carrera de los maestros ante los ojos de nuestro niños, vamos a poder tener a los mejores estudiando pedagogía, algo tan digno como ser un ingeniero, un arquitecto o un abogado. De lo contrario no vamos a mejorar la calidad de la educación”, agregó.

Respecto a la educación pública, tras realizar un diagnóstico de emergencia, anunció una campaña nacional en aras de su rescate y fortalecimiento. “Cuando la educación pública sea tan buena como la privada, aquellos de ustedes que por confesión, por fe, quieran un colegio de Iglesia, lo van a mandar a un particular subvencionado de Iglesia, y el que no tenga el don de la fe, no lo mandará a uno de Iglesia. Eso es libertad, eso es democracia”, señaló.

Finalmente, el ministro aseguró que “la educación católica no tiene absolutamente nada que temer. La subvención, como lo dice el proyecto de ley, podrá ser usada en cualquier destino consistente con el proyecto educacional, por tanto si el proyecto educativo quiere usarla para que los niños vayan a retiros espirituales, lo pueden hacer, si es para mejorar la capilla, lo pueden hacer. Libertad completa de culto y proyectos educativos. No hay absolutamente nada en nuestro ánimo que tenga que ver con estatizar la educación o con gastar la plata de los chilenos en fierros, esas son simplemente tergiversaciones”.

“Lo único que les pido que recuerden es el drama del niño que está en la parte de abajo, ese niño que intenta saltar y la sociedad no se lo permite. Como cristianos tenemos que revelarnos frente a esto y lograr un país inclusivo”, solicitó.

La escuela católica

Tomó la palabra el Vicario para la Educación, P. Tomás Scherz, para insistir en la calidad educativa, “tan mencionada pero nunca tan bien definida, y que aquí se ha vinculado mucho a la equidad, vínculo que sin duda tiene”, señaló.

“América Latina y el Caribe vive en una particular y delicada emergencia educativa”, dijo citando el documento de Aparecida. “En efecto, las nuevas reformas educacionales de nuestro continente, impulsadas para adaptarse a las nuevas exigencias que se van creando con el cambio global, aparecen centradas preferentemente en la adquisición de conocimientos y habilidades, y denotan un claro reduccionismo antropológico, ya que conciben la educación preponderantemente en función de la producción, la competitividad y el mercado”.

“La educación humaniza y personaliza al ser humano –citó– cuando logra que este desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolo fructificar en hábitos de comprensión y en iniciativas de comunión con la totalidad del orden real, de esta manera el ser humano humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la historia”.

“Estos conceptos, que son filosóficos y religiosos, creemos que también tienen que estar en esta reforma”, dijo finalmente.

Tras un intermedio, el diálogo se retomó con las palabras de Miguel Castello, representante de la mesa arquidiocesana de Centros de Padres de colegios católicos, quien destacó que la misión de los padres y apoderados es principalmente la de “escuchar, vincularnos, aportar y facilitar soluciones”, señaló. “Nosotros también tenemos algo que decir por la educación de nuestros hijos. Porque el futuro de ellos lo hacemos juntos”, sostuvo.

Al finalizar el encuentro, el P. Scherz hizo hincapié en las seis principales características de la calidad en la escuela católica: que introduzca a la experiencia del encuentro con Jesucristo, que participe en la misión evangelizadora de la Iglesia a través del testimonio, que se distinga por la excelencia, que esté comprometida con la educación integral de la persona desde una cosmovisión católica, que construya comunión y comunidad, y que se comprometa con la solidaridad y la transformación del mundo.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

 P. Tomás Scherz: “Los padres son los primeros educadores”