Asamblea Diocesana de Las Periferias
El sábado 26 de julio en dependencias del colegio particular Los Maitenes, ubicado en el decanato de Melipilla, tuvo lugar nuestra “Asamblea Diocesana relacionada al tema de las Periferias Geográficas y Existenciales”.
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Fue una experiencia fraterna de encuentro eclesial, presidido por el Pastor, Mons. Cristián Contreras Villarroel, sacerdotes, religiosas y muchos hermanos laicos que venidos de las diferentes comunidades dimos vida a este lindo encuentro, en donde hubo la posibilidad de reflexionar y hacer discernimientos sobre este significativo tema.
Para esta ocasión con ayuda del profesor de teología padre Eduardo Pérez Cotapos, que con su experiencia y mucha sencillez, sin jamás renunciar a la profundidad, abordó el tema desde una fundamentación y luego una aproximación concreta al tema, con fuerte incidencia en lo pastoral.
Intentando hacer una breve cronología, quisiéramos enunciar los aspectos más esenciales de su preciosa presentación:
En la primera parte de su presentación nos habló de la “intuición” del cardenal Bergoglio en su paso como arzobispo de Buenos Aires el año 2013 “…hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí;…o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer…”. El padre nos explicó que esta intuición encontró tierra fértil y preparada en el Ministerio del Papa Benedicto XVI, en aquel iluminador texto de la encíclica Deus caritas est .1 “…No se comienza a ser Cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y con ello una orientación decisiva…”. Todo ello recogido por el documento de Aparecida cuando nos señala que el mejor regalo es conocer a Jesús y darlo a conocer es nuestro gozo.
Finalmente el padre Eduardo centra su reflexión en "Evangelii Gaudium" en donde insiste en el Encuentro con Jesús, que es lo mejor que nos puede pasar…que esto nos llena de gozo, que renuevan nuestras miradas, dándonos un renovado impulso para anunciar el Evangelio.
Insistió en la actitud de hacer una Iglesia en salida, marcada por los rasgos de la alegría, la fe en la Palabra y dinamismo de comunión misionera. Todo ello desemboca en una impostergable renovación eclesial, en donde el tema de conversión personal y pastoral son una necesidad urgente, actuando siempre desde el corazón del evangelio.
Luego de esta contundente exposición que la asamblea siguió con profundo silencio, vino un trabajo en pequeñas comunidades con pertinentes preguntas para compartir.
La segunda parte y final el padre Eduardo nos introdujo de lleno a lo que son las periferias y cuales son los signos de ella, nos dijo que “eran todas las personas y realidades que están al borde, en los márgenes, todos los que no están en el centro, débiles, frágiles. Todo ello requiere situarnos desde las periferias, no se trata de una sensibilidad; sino más bien de una opción: mirar y estar en las periferias, salir de nuestro acomodo y estructura que nos paralizan”.
Nos advirtió que lo que el Papa Francisco pide es una “Misión encarnada en los testigos débiles y por ello explicitó las tentaciones de los agentes pastorales y la necesidad de que nuestra pastoral sea en “clave misionera”, también a tener cuidado con lo que él llama “Una economía de exclusión”, es decir no caer en la tentación de considerar al ser humano un producto de consumo, que le reduce y denigra, con la misma fuerza una iglesia que acoge a los excluidos con ternura de padre y madre.
Es importante señalar que el Papa nos pide algo muy importante: jamás olvidar nuestra condición de necesitados, nuestra fragilidad, no somos una comunidad ideal, perfecta, etc.
Finalmente a modo de resumen el padre explicitó más todavía lo que son las periferias: Espacios de oscuridad, dolor en la que Dios aparece como ausente…los que no tienen la alegría de conocer al Señor y creer en Él… los que ignoramos y no conocemos… los excluidos… los rechazados, los ignorados etc.
Finalmente somos nosotros los llamados a servir con alegría, pues hemos sido bendecidos con el regalo de creer, conscientes de nuestra pequeñez de ser misioneros.
La asamblea presente acogió con gran alegría este servicio y lo sintió como un momento de gracia y ocasión de encuentro y participación.
Durante la tarde se realizó una actividad en donde los feligreses trabajaron en grupo, buscando la periferia que más les interesara, para luego exponerla a la asamblea presente.
Asistieron 313 personas provenientes de 29 de las 31 parroquias de la Diócesis; hubo presencia de seminaristas, diáconos permanentes y religiosas. Asistieron 21 sacerdotes, los cuales regresaron a sus hogares muy contentos de poder haber compartido las experiencias parroquiales de cada uno frente a sus hermanos de otras comunidades parroquiales.
Fuente: Comunicaciones Melipilla
Melipilla, 28 de Julio, 2014
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