Hacía frío al mediodía de este domingo 20 de julio, pero sus corazones cálidos recibieron la visita del Cardenal Ricardo Ezzati, quien presidió la Eucaristía. Se trataba de la celebración de los 32 años de la parroquia San Francisco Solano, en la zona Oriente.
Acompañado por el párroco, P. Ignacio Muñoz, y ante la presencia de un centenar de feligreses, el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, y el ex diputado y alcalde Gonzalo Duarte, monseñor Ricardo Ezzati señaló el gozo que sentía al encontrarse con una comunidad madura, que tuvo oportunidad de ver nacer cuando era Provincial salesiano.
“Cuando Jesús inicia su misión pública”, dijo al comenzar su homilía, “lo hace con estas palabras: El Reino de Dios está en medio de ustedes, conviértanse y crean al Evangelio”.
Como el “proyecto de vida abundante que el Padre quiere para todos sus hijos”, definió al Reino. “Como nos explica hoy el evangelista, el Reino de Dios se parece a una pequeña semilla de mostaza, que sin embargo está llamada a crecer hasta convertirse en un arbusto donde se puedan cobijar las aves del cielo, es como ese poco de levadura que la mujer mezcla con la harina cuando quiere producir un pan sabroso”, explicó.
Sin embargo, indicó, a partir del pecado original, “el Diablo fue sembrando la división”. Así, explicó, “en estos días cómo no ver esa cizaña que se siembra, por ejemplo, en la franja de Gaza, donde están muriendo tantas personas inocentes; cómo no ver la cizaña en ese misil que derriba un avión y mueren 290 personas inocentes”, señaló.
Pero no sacamos nada con quejarnos de nuestro mundo, dijo el Cardenal, pues “el campo que Dios ha sembrado es un campo donde el trigo bueno está creciendo”, aclaró.
“Tengamos paciencia, porque la cizaña será cortada al final de los tiempos, y será echada al fuego, porque la cizaña no sirve para alimentar la vida”, aseguró.
En este duro contexto, sostuvo, “la responsabilidad que tenemos como cristianos, en la vida personal y social, es permitir que el Reino de Dios, que es uno de justicia, de amor y de paz, vaya creciendo”.
Finalmente, monseñor Ezzati puso énfasis en que la cizaña, en los seres humanos, “se puede convertir en trigo bueno, en la medida en que convirtamos nuestra vida al bien, haciendo que el odio se transforme en comprensión, en diálogo y en amor”, afirmó. “Que las diferencias abismales e injustas que existan en la sociedad se pueden transformar en un camino de solidaridad, de justicia, de participación”, deseó al terminar su alocución.
Tras la Eucaristía, el padre Ignacio Muñoz hizo hincapié en los desafíos misioneros de la comunidad, e invitó a rezar la oración compuesta por San Francisco Solano, para con ella acercarse un poco a su modelo de cristiano y motivarse para ser, como él, discípulos misioneros permanentes. E invitó a Rosita Aguilar quien, a nombre de la parroquia, entregó un presente al Cardenal Ricardo Ezzati, y le expresó la alegría por su visita.
Tras ello, la celebración se trasladó al salón parroquial contiguo, donde tuvo lugar un ameno compartir fraterno junto a toda la comunidad.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
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