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“La sociedad necesita el testimonio de cristianos, de creyentes que creen en el Dios de amor y que convierten su vida en un instrumento de paz, reconciliación y solidaridad”, manifestó el Cardenal Ricardo Ezzati en la Parroquia Santísima Trinidad, durante la misa oficiada hoy al mediodía en el 101° aniversario y fiesta patronal.

El pastor fue recibido con alegría por el párroco P. Marcelo Mancilla, los diáconos, fieles de la comunidad y algunos visitantes de las parroquias vecinas.

En su homilía, indicó respecto del misterio de la Santísima Trinidad, que “solamente a través de la fe podemos acercarnos al misterio de Dios, para darnos cuenta únicamente de que Dios nos quiere”, dijo.

Y es, añadió, especialmente en la palabra de Jesús donde podemos comprender que Dios es padre. “Jesús nos ha enseñado que nuestra relación con Dios debe ser sobre todo una relación de un hijo para con su padre, un padre que siempre extiende sus brazos hacia nosotros, incluso cuando por nuestra soberbia nos alejamos de Él”, sostuvo.

“La experiencia fundamental es que Él nos ama. Y cada uno de nosotros en el camino de su vida podrá decir que en muchísimas ocasiones Dios ha intervenido con su amor de padre”, indicó. “San Juan cuando quiere explicar quién es Dios no encuentra otra palabra para utilizar: Dios es amor”, remarcó.

“Pero queridos hermanos, para experimentar el amor de Dios debemos dejar espacio para acogerlo en nuestro corazón. Y aquí, humildemente, debemos reconocer que muchas veces nuestro corazón está lleno de ídolos”, manifestó. Citando a San Agustín, indicó: “Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti Señor”. “Sí –dijo-, nuestro corazón está inquieto hasta que encuentre en el amor de Dios, el consuelo, la paz y el sentido de la vida”.

TESTIGOS

Sin embargo, explicó el pastor, el camino de fe no concluye en esa quietud, pues enfatizó que la fuerza de los cristianos es la concordia y la paz. “Los cristianos estamos llamados a ser testigos amándonos y ayudándonos mutuamente, creando cultura de solidaridad, de comunión, de paz. La sociedad necesita el testimonio de creyentes que creen en un Dios de amor, que convierten su vida en un instrumento de paz, reconciliación y de solidaridad. Estamos llamados a construir la solidaridad, el amor, la paz, la concordia, la civilización del amor, que es la civilización que Cristo ha venido a traer a esta tierra”.

“La fiesta de su comunidad parroquial significa también para toda la comunidad el empeño, el compromiso, de abordar desde la fe en Dios que es amor la construcción de una sociedad que también está llamada a ser signo y realización de ese proyecto maravilloso de vida de Dios padre, que Cristo ha hecho presente y que ha redimido con la cruz y la Resurrección y que el Espíritu Santo va animando constantemente a través de la vida. Que el Señor los bendiga, que esta fiesta manifieste la presencia salvadora de la Trinidad santa, que salgan del templo, se empeñen en la vida social y en la vida familiar, pasa hacer del mundo, de nuestra sociedad, un anticipo del reino de Dios”, concluyó.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

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