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Las Trabajadoras de Casa Particular están agrupadas en la Fundación Santa Zita, explicó Irene Pavéz, miembro del directorio de esta entidad dedicada a acoger a quienes desempeñan esta labor y que está bajo el alero del Arzobispado de Santiago, a través de la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores, a cargo del padre Andrés Moro. Este nuevo hogar, con capacidad para alojar a 25 personas, reemplaza a la antigua casa de Tocornal con Marín y es un lugar de encuentro, de hospedaje ya sea en los dias libres o de reposo durante las licencias médicas. Irene Pavéz indicó su satisfacción por esta nueva casa para una agrupación que surgió en 1949 como Hogar de las Trabajadoras de Casa Particular. Agrega que la labor de la fundación, cuyo asesor pastoral es el padre Julio Dutilh, es dar acogida, formación cristiana y capacitación técnica a través de diversos talleres. “Para nosotros es fabuloso que venga el cardenal Ezzati, porque representa el respaldo de la Iglesia, que está a nuestro lado, por eso que es maravilloso que él esté aquí”, dijo.
Santa Zita fue una italiana del siglo XIII que se santificó dedicándose al trabajo doméstico y en la atención a los más pobres, por lo que es la patrona de estas trabajadoras. En Santiago hay más de 300 mil trabajadoras de casa particular chilenas.
Al referirse a la inauguración de este nuevo hogar de acogida, el cardenal Ezati dijo que este lugar “es un signo del amor de Dios, es un signo del amor de la Iglesia hacia cada una de ustedes. Este arzobispo se alegra inmensamente se que en este lugar puedan encontrar el espacio humano y el espacio espiritual para crecer en su dignidad de personas”.
El Espíritu Santo construye comunión
En su homilía, el Arzobispo de Santiago, en esta Solemnidad de Pentecostés, afirmó que “lo que hace el Espíritu es crear comunión con Dios y entre nosotros. Allí donde está el Espíritu se va construyendo la comunión, allí donde no está el Espíritu se va construyendo la división. Esta comunión quiere decir solidaridad, perdón, colaboración, cooperación de los unos con los otros”. El pastor lamentó las divisiones que hay en nuestra sociedad “entre los que tienen en abundancia y aquellos que nada tienen; entre los que tienen poder y aquellos que están al lado del camino, como el caído al que atendió el samaritano”. Agregó que cuando no se acoge a Dios, “la vida de los hombres se puede desenvolver en guerras, en divisiones y enemistades”.
Luego, el cardenal Ezzati detalló los diversos dones que el Espíritu Santo otorga a los cristianos y señaló que cada uno de ellos es importante para el funcionamiento de todo el cuerpo que es la Iglesia, que tiene a Jesucristo como cabeza.
Por último, destacó el inicio en este día de la Misión territorial, a cuya realización están llamados todos los cristianos, todos los bautizados, con la promesa de Jesús de que él estará siempre con nosotros y de que nos enviará el Espíritu Santo para desarrollar esa tarea evangelizadora.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl