En la liturgia la homilía estuvo a cargo del padre Felipe Egaña Baraona, vicario pastoral de la Diócesis de Talca, quien comenzó diciendo: “Es el momento en que estamos como pueblo frente del Señor Dios, y Él nos pregunta a todos qué hemos hecho como comunidad por nuestros hermanos necesitados. No se trata solamente de aquello que hemos hecho o hemos dejado de hacer individualmente, cada uno de nosotros; sino que la pregunta del Señor se dirige a un pueblo, a nuestra ciudad, a nosotros que estamos aquí, y hemos de responder al Señor con nuestra vida de comunidad, nuestra vida en la ciudad”.
“Si, la felicidad para la humanidad, para nosotros como ciudad de Talca, la lograremos en la medida que convirtamos nuestro afán de acumular en un compromiso por compartir, dejando atrás una cultura en la que todo lo queremos para nosotros; y entremos a otra cultura en la que creceremos todos, en la medida en que más nos regalamos y nos entregamos al servicio de los demás. La felicidad se logra solamente viviendo en una cultura de la solidaridad”, indicó el padre Felipe.
Más adelante, el presbítero preguntó: ¿cómo sabremos que somos felices como ciudad de Talca? El evangelio entrega algunos indicadores: “Estaremos construyendo felicidad, cuando toda hambre de los hombres y mujeres de Talca esté satisfecha. Estaremos construyendo felicidad, cuando toda sed de los hombres y mujeres de Talca esté saciada. Estaremos construyendo felicidad, cuando los hombres y mujeres de Talca estén acogidos e integrados al desarrollo y al progreso, cuando no haya forasteros en nuestra ciudad. Estaremos construyendo felicidad, cuando los hombres y mujeres de Talca estén verdaderamente vestidos de justicia, de dignidad, de paz y de armonía, y así dejen de estar desnudos de humanidad. Estaremos construyendo felicidad, cuando los todos los hombres y mujeres de Talca estén protegidos y atendidos en sus enfermedades y dolencias, con prontitud y calidad, y con inmenso afecto y paciencia. Estaremos construyendo felicidad, cuando los hombres y mujeres de Talca que están privados de libertad en las cárceles y en todas las cárceles de la pobreza y de la marginación, puedan reintegrarse a una sociedad que los acoge y los anima a vivir con dignidad y humanidad”.
En el momento del ofertorio se llevó hasta el altar un mapa con los cuatro puntos cardinales de Talca, como signo de integración de la ciudad y de compromiso por una comuna mejor.
Fuente: Comunicaciones Talca