Cardenal Ezzati ordena dos nuevos Obispos Auxiliares para Santiago
Mons. Galo Fernández y Mons. Fernando Ramos
Cardenal Ezzati ordena dos nuevos Obispos Auxiliares para Santiago

Acompañados de familiares y de gran cantidad de amigos y fieles en general, el vicario de la Zona Oeste, P. Galo Fernández, y el rector del Seminario Pontificio y miembro de la Comisión de Prevención de Abusos, P. Fernando Ramos, recibieron del Cardenal Ezzati su ordenación episcopal. Ambos religiosos acompañarán al Arzobispo en la dirección de la Iglesia de Santiago, aportando cada uno desde su experiencia a esta misión evangelizadora.

“Que la figura de Jesús el buen pastor inspire sus vidas, ya que nadie puede considerarse un pastor digno de su nombre si no se hace como Cristo por amor. Sean servidores de los hermanos por amor a Jesús, recuerden que el episcopado es un servicio, no un honor”, expresó el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en la ceremonia donde los nuevos obispos tomaron posesión de su cargo, realizada la mañana del sábado 10 de mayo en la Catedral Metropolitana.

En un ambiente de gran solemnidad, se fueron desarrollando uno a uno los pasos del rito que les confirió finalmente la orden. Fue así que luego de aceptar públicamente el mandato apostólico, postrarse mientras las letanías eran recitadas por la asamblea, hincarse para que cada obispo presente les impusiera las manos y ser ungidos con el santo crisma por el arzobispo, recibieron finalmente los signos pastorales: el anillo, la mitra y el báculo, elementos que les acompañarán en su nueva tarea. Tras ese momento, los aplausos espontáneos resonaron en la Catedral.

Posteriormente, los nuevos obispos recorrieron el templo, extendiendo su bendición a los presentes, para una vez retornados en el altar, ofrecer sus primeras palabras, todas ellas cargadas de gratitud.

Monseñor Galo Fernández, después de agradecer a Dios y a su familia, a su colegio y a las personas de los distintos servicios ministeriales que ha ejercido y ejerce, dijo:
“El ministerio episcopal que se me ha confiado en este día no lo considero en ningún sentido como un logro personal, un punto de llegada; es en realidad un don gratuito y una misión. Un llamado a crecer en la vocación de siervo. Espero estar a la altura de lo que Dios y la Iglesia me piden. Por ello, me confío a la oración de todos ustedes”.

Añadió: “Me siento llamado a ser Pastor de una Iglesia en salida, que procura con renovada humildad compartir con todos este tesoro que la misericordia de Dios nos ha encomendado. Un Tesoro que nuestro tiempo necesita para construir una sociedad más humana, más justa y fraterna. Donde todos puedan desplegar la riqueza de lo que son y así caminemos ya en esta tierra hacia la esperanza definitiva”.

Posteriormente, monseñor Fernando Ramos, se dirigió a los presentes, agradeciendo en primer lugar a Dios. También destacó a las personas e instituciones que le han formado y donde ha ejercido su sacerdocio. “Junto con mi familia, necesariamente tengo que mencionar a mi querido Colegio Seminario Menor. Los años vividos en el colegio han sido un gran complemento de mi vida familiar, pues allí comprendí la alegría de ser creyente y que la fe se tiene que traducir en una preocupación por la sociedad en la que vivimos, especialmente por los que más sufren la pobreza, el abandono y la soledad”.

Dio, además, una mención especial para el Seminario Pontificio Mayor, donde actualmente es el rector: “Después de estudiar Ingeniería Forestal en la Universidad de Chile, lugar donde tuve la oportunidad de conocer a personas maravillosas, algunas de ellas incluso están presentes hoy en esta celebración, entré al querido Seminario Pontificio Mayor de Santiago. 16 años y medio los he pasado en su interior, primero como seminarista, después como Formador y profesor, y ahora, los últimos 6 años y medio, como Rector. Verdaderamente ha sido el lugar donde mi sacerdocio se ha forjado en casi todas las facetas que he tenido que desarrollar como presbítero. Quisiera reconocer especialmente a quienes he conocido allí, a los formadores que tuve como seminarista, muchos de ellos ya partieron a la casa del Padre, al actual equipo de formadores, a los seminaristas actuales y pasados, y a los trabajadores y profesores del Seminario; todos ellos me han enseñado a ser sacerdote y pastor, como un servidor del Evangelio”.

Y agregó palabras para describir una de las últimas tareas que se le ha encomendado en la Iglesia chilena: “También quisiera agradecer al Señor la posibilidad que me ha brindado de participar en el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de Menores y Acompañamiento de las Víctimas de la Conferencia Episcopal de Chile. Compuesto por Obispos, sacerdotes, laicos y laicas, el Consejo ha hecho un trabajo enorme de reflexión y sensibilización acerca de estos graves problemas, sobre todo en la comprensión de los efectos devastadores y dolorosos que el abuso sexual provoca en las víctimas. Quisiera dar un especial reconocimiento y agradecimiento a cada uno de los miembros, particularmente a los laicos y laicas que participan en el Consejo, pues con su entrega y profesionalismo han cooperado de manera fundamental para que como Iglesia vayamos adoptando las medidas necesarias para que no se vuelvan a repetir estos lamentables hechos”.

Los cientos de fieles que llegaron hasta la Catedral para recibir a estos nuevos obispos auxiliares, participaron alegremente y al final de las ceremonias hicieron largas filas para felicitar a sus pastores por esta nueva misión.

Al mirar el listado de los obispos auxiliares que ha tenido la arquidiócesis de Santiago, nos encontramos con personajes muy destacados, nombres como el de Fernando Ariztía, uno de los fundadores del Comité Pro Paz, Sergio Valech, ex vicario de la Solidaridad e incluso Enrique Alvear Urrutia, fallecido en 1982, y cuya causa de beatificación se encuentra abierta.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 10 de Mayo, 2014
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