Rinden homenaje a Obispo Carlos Camus y P. Alfonso Baeza
Con pancartas en alto, poco antes del mediodía llegó desde Linares hasta la explanada del Museo de la Memoria una numerosa delegación, la que de inmediato se fundió con centenares de personas que motivadas por la admiración y un cariñoso recuerdo acudieron a rendir un homenaje póstumo a los recientemente fallecidos Mons. Carlos Camus y P. Alfonso Baeza, ex obispo de Talca y ex vicario de los Trabajadores, respectivamente.
Con música en vivo, intervenciones sobre anécdotas y episodios de vida, más la exhibición de un video con extractos de entrevistas a los sacerdotes, el acto se desarrolló en un ambiente íntimo, emotivo y ameno.
Según expresó el director del museo, Ricardo Brodsky, con el homenaje se buscó hacer “un justo reconocimiento al trabajo en la defensa de los derechos humanos que realizaron ambos sacerdotes”.
El padre Alfonso Baeza, dijo Brodsky, “predicó los derechos humanos desde la raíz más humana, con toda libertad, modestia y valentía”. Sobre el obispo Camus, resaltó: “Fue amenazado de muerte y su familia fue perseguida. Nada de eso impidió que su palabra fuera certera. Sus escritos y homilías destacan por su defensa constante de los derechos humanos y su juicioso análisis de la realidad”.
Además del director del museo, intervino el presidente de la fundación, Javier Luis Egaña; el vicario general de Linares, P. Silvio Jara; y el P. José Aldunate.
Legado y actual desafío
Uno de los asistentes al acto fue el actual vicario de la Vicaría de los Trabajadores y Pastoral Social, P. Andrés Moro. “Como creyente y como cristiano, creo que es importante agradecer el reconocimiento que la sociedad civil hace a dos hombres que justamente en reiteradas veces en este homenaje han sido llamado como pastores, como signo, de poder unir a los hombres y mujeres de fe como también a hombres y mujeres de buena voluntad, en su tiempo, en momentos tan duros para nuestra patria”, dijo.
Agregó que los momentos duros, no obstante, continúan. “Los derechos humanos en tiempo de la dictadura militar fueron conculcados de una forma tan violencia y dolorosa que este museo lo quiere recordar, pero también hoy en Chile se siguen conculcando los derechos humanos de tantas personas que no tienen una vivienda digna, un trabajo digno y una vida decente. Por eso agradecemos este homenaje, el que también nos desafía a construir un mejor Chile para el futuro”, comentó.
Por su parte el actual obispo de Linares, Tomislav Koljatic, expresó su alegría por el homenaje y los desafíos actuales. “Le agradecemos muchísimo al Museo de la Memoria el signo importantísimo y justo en recuerdo de estos dos grandes pastores que han marcado la Iglesia chilena con su lucidez, con su valentía, con su testimonio fiel de amor a Dios a través de los hermanos, del servicio, y especialmente a los más pobres, a los perseguidos, desheredados de este mundo”.
“Dios quiera que su legado, su testimonio, su trabajo a favor de los más pequeños, de los más pobres, no sea solo un recuerdo sino que germine en nuevas obras, nuevas esperanzas para el pueblo de Dios y para el pueblo de Chile, según los tiempos nuevos también porque cada época tiene desafíos. Hoy, por ejemplo, vemos un crecimiento económico que deja marginadas a muchas personas y hay muchas pobrezas, la drogadicción, los migrantes, adultos mayores, y también hay hoy nuevas fronteras, realidades lacerantes, donde tenemos que llevar esa esperanza, esa presencia de Dios, como lo hicieron ellos que supieron interpretar sus tiempos, ese momento histórico de Chile tan doloroso y trágico, para llevar la luz de Cristo resucitado.
Testimonios
Hna. Pilar Tapia, congregación Hnas. De la Consolación: “Hemos venido desde Linares a este homenaje a estos hombres que hicieron el bien, como testigos de lo que hermanos nuestros han vivido, dando gracias a Dios porque hay gente buena. Yo era chiquilla, de la pastoral juvenil de Longaví, cuando el testimonio de don Carlos provocó en mí un fuerte deseo de consagrar mi vida a Dios, y así como a mí, a otras personas. Él fue un hombre bueno, un hombre bondadoso con todas las personas, un hombre sereno, un hombre inteligente que supo acoger a las personas que acudían a él para cualquier necesidad”.
P. Mariano Puga: “El obispo Carlos Camus y Alfonso Baeza son símbolos de una Iglesia que se la jugó por los pobres, por sus organizaciones y por los derechos humanos en este país”.
Carolina Cisterna: “Viajé con mi hijo en la delegación de la Agrupación de ex presos políticos de Linares, porque sentí mucho la muerte del obispo Camus. Él hizo que liberaran a mi papá, hizo gestiones cuando mi papá estuvo detenido para que se fuera al extranjero. Él salvó muchas vidas, hizo muchas cosas por Linares, demasiadas obras. Entonces creo que estar aquí es algo muy significativo para mí, mi familia, para muchos, y espero hacer conciencia también en mi hijo, por eso vine con él”.
Irene Celis: “Soy trabajadora de la Vicaría Pastoral Social, presidenta del sindicato n1 del Arzobispado de Santiago, que se llama Alfonso Baeza en su honor. Él fue mi mentor, mi compañero, todo lo que sé como mujer sindicalista lo aprendí de él. Era un hombre muy humano, un cura que estaba totalmente dado al pueblo, a los más desposeídos, a las minorías”.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl