Con alegría recibieron al Cardenal Ricardo Ezzati los miembros de la Parroquia Sagrada Familia de Quilicura, ya que en esta visita del pastor pudieron escuchar su mensaje y también hacer realidad la inauguración del centro parroquial, un lugar que será importante para fortalecer la vida y las actividades de los distintos grupos que la conforman.
En su homilía monseñor Ezzati les dijo a los presentes: “El Señor nos permite que su Pascua, su vida nueva de resucitado, de hijo de Dios, llegue a ser también nuestra propia vida, la vida de nuestras comunidades para ser en el mundo una señal de esperanza, que manifiesta cuánto Dios nos quiere”.
Los invitó a abrir su corazón para que el Señor entre en sus vidas, así como lo hicieron los discípulos de Emaús cuando se encontraron con él en el camino y lo reconocieron en el momento que Él partió el pan. “Acoger a Jesús resucitado no es simplemente una evidencia de los ojos, es sobre todo la evidencia de la fe que exige un camino, que tiene un proceso y que no ha sido solamente el proceso de los discípulos de Emaús, sino que es también el proceso de fe de cada uno de nosotros, de la Iglesia entera de todos los tiempos”.
También les compartió: “Conocer a Jesús resucitado y presente en medio de nosotros parte siempre de la oscuridad de la no fe. Nosotros no hemos sido cristianos desde nuestro nacimiento, vamos haciéndonos cristianos conociendo cada vez más y más profundamente al Señor y al misterio de su salvación. Mientras vamos caminando en nuestra vida estamos llamados a romper nuestro corazón rígido para abrirlo a la dicha de la palabra de Dios”.
En su reflexión monseñor Ezzati destacó la importancia de la vida en comunidad y los llamó a vivir la eucaristía dominical. “Sin comunidad nuestra fe es coja, no logra su madurez. La comunidad es el espacio, es el lugar donde nuestra fe es compartida, se refuerza, se vuelve fuerza para ser testigos en el mundo de la presencia salvadora de Jesús”.
Al finalizar la misa el Cardenal bendijo a las personas que participarán en la Misión Territorial y que anunciarán a Jesús a las personas que viven en este sector de Quilicura. “Estamos llamados a ser misioneros”, les dijo.
Un lugar de encuentro
La comunidad de la Parroquia Sagrada Familia manifestó su contento al contar con un nuevo espacio para reunirse y realizar sus actividades. Esto fue posible principalmente gracias al esfuerzo del párroco Erich Hauck, quien desde que se inauguró la Iglesia en el año 2004 empezó a gestionar recursos para poder realizar las salas de catequesis.
Su construcción fue posible gracias a el apoyo el la Diócesis de Würzburg y de Colonia de Alemania y de la familia Cisternas. Monseñor Ezzati al bendecirlas expresó: “Que sea un espacio que ayude a crecer en la fe, en la amistad y en la solidaridad”.
“Este espacio es muy importante para la comunidad porque tenemos muchos niños en la catequesis y en algunos años más vamos a tener muchos adolescentes porque la mayoría de la población son familias jóvenes”, comentó el padre Erich, quien es de origen alemán y lleva 30 años desarrollando su labor en Chile y 14 años como párroco.
Salir a evangelizar
La Iglesia Sagrada Familia lleva una vida activa, cuenta Camilo Rojas, asesor de la Pastoral Juvenil. “Tenemos una misión grande que es evangelizar el territorio más complejo de la comuna porque estamos inmersos en una zona de riesgo social. Los jóvenes que llegan acá son de estos sectores y nos cuesta mucho el trabajo comunitario porque son lugares que están inmersos en la droga y la delincuencia”.
En la Pastoral actualmente participan 40 jóvenes y las nuevas salas les facilitarán su labor y que más personas se puedan sumar, porque no tenían lugar donde reunirse. “Ahora nos ampliaremos y retomaremos la pastoral pre - juvenil para ir trabajando desde pequeños con los niños y jóvenes que van a ir formando estas comunidades de apóstoles”.
Camilo comparte que hay mucho por hacer y eso lo motiva a seguir y a invitar a otros a integrarse. “La parroquia es mi segunda casa, yo cumplo 10 años participando. Para mí ha sido increíble porque he compartido mi experiencia con Cristo, es misionar a los chiquillos que llegan, transmitirles mi fe y eso es muy lindo. Es importante porque cuando uno conoce a Jesús no se puede callar, hay que salir a evangelizar”.
Fuente: Comunicaciones Santiago