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La vigilia se inició con la tradicional bendición del fuego con el cual se encendió el Cirio Pascual, símbolo de la luz de Jesús, mientras el Arzobispo de Santiago pronunciaba solemnemente “Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A Él pertenece el tiempo, la eternidad. A Él el poder y la gloria por los siglos de los siglos”.

Los presentes fueron encendiendo sus velas con las que iluminaron el templo que estaba en completa oscuridad.

Luego se realizó la Liturgia de la Palabra donde se leyeron lecturas del Génesis, del Éxodo y del libro del profeta Ezequiel. Un momento especial fue cuando se encendieron todas las luces de la Catedral y se tocaron las campanas como signo de la resurrección del Señor.

En su mensaje pascual el Arzobispo de Santiago destacó: “Todas las veces que fundamentamos nuestra esperanza en Jesucristo tenemos posibilidad de vida y vida abundante, tenemos posibilidad de solidaridad verdadera, tenemos futuro. Jesús es la esperanza del mundo y nos invita a entrar en el dinamismo de la Pascua y de la vida nueva”.

Durante su homilía el Cardenal Ezzati profundizó: “Jesús ha resucitado. Esa es la buena noticia que llena de alegría y gozo nuestra vida. Hermanos y hermanas no tengan miedo, no estamos solos, Jesús camina junto a nosotros… En esta noche de vigilia hemos escuchado la historia de la salvación, hemos podido ver como Dios no sólo nos ha creado, nos ha regalado su propia vida. Nos ha hecho partícipes de la vida de su hijo”.

“No tengamos miedo de que Jesús ilumine nuestra vida, no tengamos miedo de iluminar con su verdad, con su amor la vida de nuestra sociedad, de nuestros hermanos”, expresó.

El pastor concluyó diciendo “feliz Pascua para todos ustedes, feliz Pascua para quienes tienen en su corazón algún dolor, alguna pena”.

Durante la vigilia también se rezó por las personas afectadas por el terremoto del norte y las víctimas del incendio en Valparaíso.

Otro momento significativo en la celebración fue cuando el Cardenal Ezzati bautizó a una niña de meses llamada Clara y también cuando un grupo de personas pertenecientes al movimiento Neocatecumeno renovaron su promesa bautismal luego de haber recorrido durante años un camino de encuentro con Jesús.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago

 Celebración de Vigilia Pascual en Catedral Metropolitana