Durante cuarenta días la Iglesia Chilena invita a la comunidad a cultivar una actitud de oración, conversión y caridad. Son cuarenta días para encontrarse con el Señor, y desde esa experiencia, acercarse a las personas más vulnerables a través de la Campaña Cuaresma de Fraternidad. “Aportando juntos, cambiamos vidas” es el lema que inspira la cruzada solidaria este año y su enfoque está en los niños y niñas más vunerables, de ahí que los fondos que se recauden durante todo este periodo irán en ayuda de programas y proyectos que apoyan el desarrollo integral de los más pequeños.
A partir del año 2013 la campaña se centra en la ayuda de niños y niñas, entre 0 y 14 años de edad, un grupo prioritario que necesita de acciones que permitan brindar un desarrollo infantil digno. Así lo demuestran los estudios que indican que de los 3 millones de niños que viven en Chile, un 19% se encuentra en situación de pobreza y un 4,8% en pobreza extrema.
Cuaresma Fraternidad se está realizando en todas las diócesis del país, animando y promoviendo el compromiso solidario de creyentes y personas de buena voluntad que desean apoyar. En la región Metropolitana, Caritas Santiago está motivando la participación de la comunidad, para lo cual ha distribuido material gráfico y alcancías en las parroquias y colegios para que las personas hagan su aporte en dinero.
“La Iglesia nos invita a vivir un tiempo de conversión, de encuentro con el Señor y solidaridad. El dinero no es lo más importante, lo asumimos como signo del cambio interior personal y de la sociedad para ayudar a los niños y niñas a salir de la vulnerabilidad social. Esperamos que la campaña nos permita apoyar a más personas y cambiar más vidas”, expresa el Padre Andrés Moro, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores.
Aportes que están cambiando vidas
La religiosa misionera de san Columbano, Catherine O’Riordan, coordina un proyecto de prevención de drogas en la población Los Aromos de Puente Alto. Ésta es una de las tantas iniciativas que han postulado a fondos de la campaña de cuaresma. “Contar con esta campaña ha sido muy importante porque nos da la posibilidad de entregar esta prevención, difundirla, generar material de apoyo para las familias y contar con un equipo de jóvenes animadores”. La prevención de drogas se dirigió en un principio a jóvenes y este año se va a incluir a niños y niñas de 6 a 14 años.
Juan Pablo trabaja como monitor en el Centro Bonifacia Rodríguez, ubicado en Colina, que acoge a niños en situación de riesgo. Allí trabaja con niños de 5 a 7 años de edad, ellos son una muestra concreta de que con la ayuda de todos es posible salir adelante. “Gracias a los aportes de Cuaresma y a la comunidad, muchos de los sueños de estos niños pueden hacerse realidad”.
Fuente: Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores