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“Desearles que el Espíritu Santo los anime y los acompañe para que su trabajo sea fecundo. Iniciamos este año a los pies del Señor, quien les iluminará el camino para que tengan un trabajo fecundo al servicio del bien común, que es lo propio de una universidad”, expresó el Cardenal Ezzati, en la inauguración del año académico de la Universidad Católica, realizado la mañana del viernes 4 de abril en el campus San Joaquín.

La ceremonia de inauguración se inició con una eucaristía presidida por el también Gran Canciller, Ricardo Ezzati, y el Vice Gran Canciller de la institución, Padre Cristián Roncagliolo, entre otros sacerdotes de esta casa de estudio.

El Arzobispo de Santiago dijo en su homilía que, las lecturas de estos días ponen al centro la palabra prueba: “Jesús fue clavado desnudo en la cruz para ponerlo a prueba y aparentemente no la superó. Sin embargo, esta prueba se vuelve a su favor, comprobando que era el hijo de Dios y su victoria fue la resurrección. Probar que es el amor de Dios el que triunfa. Las instituciones y las personas también, a menudo, tenemos que superar pruebas. Se pone a prueba nuestra fe. Los cristianos tenemos que superar las barreras mirando a Jesús, Él es quien nos guía”.

Asimismo agregó que, una universidad está sometida a constantes pruebas y para enfrentarlas hay que ser fiel a la identidad cristiana, ser fiel también a la calidad de la educación, no estamos llamados a ofrecer solo éxito y cosechar puntajes de excelencia. Una universidad católica debe regirse por el Evangelio y estar llamada a reflejar el Reino de Dios en la sociedad actual”.

La educación es un bien público, no estatal

Luego de la eucaristía, el Cardenal Ezzati, conversó con los medios de comunicación, enfatizando que la educación es un bien público, “porque concurren todas las instituciones y personas, porque es un bien común. No confundir público con estatal, la educación es pública en el sentido de la universalidad”.

Además defendió la libertad de enseñanza y la necesidad de que exista una pluralidad de proyectos educativos, “los padres tienen derecho a elegir donde quieren educar a sus hijos, sería un desastre para el país atentar contra la libertad de enseñanza”.

En la oportunidad también solidarizó con las victimas de terremoto del norte, “levantemos nuestra mirada al Señor y pidamos paz para las familias que están sufriendo. Que brote en el corazón de los chilenos la solidaridad y que todas las instituciones ayuden a aliviar el dolor de estas personas del norte”.

Finalmente participó en la ceremonia donde se inauguró el año académico 2014. Además se entregaron los premios Espíritu UC y el Reconocimiento a la Excelencia Docente.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

 Eucaristía de Inicio de año académico de la Pontificia Universidad Católica