Los dos prominentes líderes de la Iglesia católica han hecho un llamado para que los efectos de la pobreza en la familia sean un área de enfoque para los obispos y otros funcionarios que se reunirán en el Vaticano en el mes de octubre.
En una carta dirigida a los presidentes de las Conferencia Episcopales y a las organizaciones Caritas nacionales, los prelados dicen: “La familia es la unidad básica de la sociedad; esto es indispensable para asegurar la continuidad de la sociedad… Cuando la familia va mal, la sociedad va mal y cuando la sociedad va mal es la familia la que se ve afectada”.
Dijeron que la familia es una escuela para la solidaridad: “La familia es, por excelencia, un espacio para socializar y para el proceso de solidaridad. Los niños que ven a sus padres compartir, dar y prestar atención a otros pueden, a su vez, copiar los mismos valores”.
El Cardenal y el Arzobispo dijeron que la pobreza vuelva a la familia más frágil y amenaza su existencia. Fortalecer a la familia y promover el papel de los padres es uno de los desafíos pastorales de la Iglesia.
El Sínodo de Obispos se reunirá para discutir “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”, del 5 al 9 de octubre.
El Cardenal Rodríguez y el Arzobispo Paglia hicieron una lista de sugerencias para aquellos que se preparan para el Sínodo, incluyendo organizar concienciación para familias muy pobres, incidencia con las autoridades sobre sus necesidades básicas y valorar el papel de los ancianos en la sociedad.
“Los cristianos deben siempre tener en mente que Dios se encarnó en una familia; de hecho, en una familia pobre. La indiferencia hacia los pobres es indiferencia hacia el mismo Dios”, dijeron.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas