Hasta la Iglesia Madre de los Apóstoles de Maipú llegaron familiares, amigos y compañeros de comunidad y del movimiento Sodalicio de Vida Cristiana para acompañarlo en este importante paso en su camino al sacerdocio.
Fue un solemne ritual de ordenación en el candidato fue presentado al Cardenal Ezzati quien dijo: “Con El auxilio de Dios y de Jesucristo nuestro Salvador elegimos a este hermano nuestro para el orden de los diáconos”.
El Arzobispo de Santiago destacó que la ordenación de Sebastián Correa se realizara en la festividad de San José. “Ambos motivos nos llenan de gozo y esperanza”, expresó.
Monseñor Ezzati se refirió a la figura del esposo de María y custodio de Jesús y resaltó su fidelidad para responder al llamado de Dios. “José había aprendido que lo que Dios promete se realiza. Había aprendido que fiarse de Dios es poner la propia vida en una certeza que no engaña, no podrá ser confundido el que pone su confianza en el Señor… La vida del cristiano como la de la Iglesia es una vida confiada y José nos enseña cómo vivir confiadamente en las manos de nuestro Padre, que siempre es providente y bueno”.
En su homilía se refirió a la vocación de Sebastián. “La elección que Dios hace en nuestra vida es una elección que espera una respuesta generosa, total y radical de nuestra existencia. Hoy día diciendo aquí estoy nuestro hermano le dice al Señor que está dispuesto a responder desde la fe, desde la confianza, con alegría al llamado que Él le ha hecho”.
También tuvo palabras cercanas para él a quien encomendó a la Virgen María. “Quisiera recordarte algunos aspectos que pueden ayudarte a crecer en el don de tu vocación. Primero que para permanecer de pie tienes que estar muchas veces de rodilla, la vocación sacerdotal, la vocación de un ministro, de un consagrado permanece de pie cuando el consagrado aprende a estar de rodillas delante del Señor teniendo siempre presente la bondad, la misericordia, el perdón y la gracia… Vive en comunión con la Iglesia, con los pastores, con quienes tienen la misión de orientar la vida pastoral…Vive en comunión y en solidaridad con tu comunidad de consagrados”. Por último le dijo vive confiado de la mano de la Virgen María.
Un servidor
Durante el rito de ordenación Sebastián se comprometió a desempeñar con humildad y amor el ministerio de diácono.
Momentos significativos fueron cuando el Cardenal Ezzati le impuso las manos, fue consagrado y recibió la gracia del Espíritu Santo. También cuando una vez finalizada la ordenación el pastor lo presentó como nuevo diácono y fue aplaudido entusiastamente y con mucho afecto por los presentes.
Sebastián agradeció a monseñor Ezzati por haberlo acompañado con su oración, a sus hermanos de comunidad, a su familia y amigos. “Este ha sido un camino largo, pero es un camino que recién comienza lleno de bendiciones, de la gracia del Señor. El diaconado, este paso que he dado hoy, es un servicio a Dios y a los hombres y es un servicio también de Dios para los hombres por lo tanto yo soy un servidor de ustedes”.
También les pidió a los presentes que rezaran por él: “Si no hubiese sido por sus oraciones yo no hubiese llegado a este momento. En segundo lugar les pido que con su cariño y con firmeza, cuando sea necesario, me recuerden que soy un servidor”.
Una bendición y una gran responsabilidad
El superior general de los sodalicios, Alessandro Moroni, expresó su alegría por esta ordenación. “Para nosotros es una bendición, es la primera vocación chilena de nuestro movimiento en Santiago y estamos muy felices por eso. Él es un hombre para el servicio, para la Iglesia y el pueblo y estamos muy contentos porque es un signo de alguien que entrega su vida a Dios y a Jesús. Es un momento de fe para celebrar y dar gracias”.
Marta Ehlers, madre de Sebastián, se refirió a lo que ha significado para ellos que Sebastián eligiera la vida religiosa. “ Era un momento tan esperado, tan rezado, tan entregado a la Virgen y al Señor porque lleva trece años de preparación. Cuando uno ve todas las promesas y compromisos es una responsabilidad grande, pero como mamá estoy muy tranquila porque lo veo muy sólido, preparado y tranquilo”.
La ex alcaldesa de Lo Barnechea compartió: “Ha sido un regalo de Dios inmenso, totalmente inmerecido. Yo siempre recé para que alguno de mis seis hijos tuviera vocación, pero jamás me imaginé que me iba a dar dos porque también tengo una hija religiosa perteneciente a los sodalicios. Para nosotros es una bendición porque ambos están felices y realizados”.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago