En tanto, la eucaristía del Miércoles de Cenizas, fue oficiada por el Pastor Pablo Lizama y concelebrada por los presbíteros Marcelo Pizarro y Gilberto Garay, en la Iglesia Catedral de Antofagasta.
“Hermanos y Hermanas muy queridos:
Estamos viviendo en una de las ciudades con mayor índice de dinero, estamos en un lugar donde la vida es cara, porque abundan los medios económicos que ha dado la minería, sin embargo la Iglesia viene una vez más con su mensaje de sobriedad y sencillez, no quedarse en lo inmediato, o sólo en lo que puedo comprar, lo que puedo tener, sino preguntarse, quién soy yo, cuál es el afán de mi vida, qué es lo que yo busco, el que busque tener un auto nuevo y de marca, va lograr seguramente tener ese auto, pero se encontrará que eso no llena su vida, o hasta le traiga más problemas.
Nosotros queremos que los valores profundos de cada persona, y que nuestro espíritu se haga más real en este tiempo de Cuaresma, es un tiempo de sobriedad, de ofrecer el amor de Dios al prójimo, la Cuaresma nos enseña que nuestro estilo de vida es permanecer sobrios, porque estamos seguros que después de esta vida, viene a la vida eterna, pero esa la preparamos aquí en esta vida y en este tiempo de Cuaresma y de conversión profunda, un período que nos llama a una actitud de vida de oración, meditación, además de ayuda con los demás y de solidaridad.
Con esta visión clara de Jesús, entreguemos este amor a Dios a nuestros hermanos necesitados e incluso aquel con que estemos peleados, viviendo la realidad de Jesús, perdonando, ayudando a enfermos, y dando de comer al que no tiene, en síntesis ofrecerle amor al prójimo”.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta