Remiten a ley monumento en honor de Mons. Fernando Ariztía
La Cámara de Diputados aprobó, por 49 votos, el proyecto que autoriza la construcción de un monumento en Copiapó en memoria del Obispo Emérito de dicha ciudad, Fernando Ariztía.
De esta forma, el texto legal quedó en condiciones de transformarse en ley de la República.
La iniciativa se originó en una moción de los diputados Alberto Robles, Jaime Mulet, Antonio Leal y Carlos Vilches, y en ella se describe al sacerdote como "uno de los hombres más extraordinarios que Chile haya tenido la dicha de contar entre los suyos".
El proyecto de ley autoriza la construcción de un monumento en la Plaza de Armas de Copiapó, financiado mediante colectas públicas, donaciones y otros aportes privados.
Se crea además un fondo para recibir estos aportes, el que será administrado por una comisión, conformada por dos senadores; dos diputados; el alcalde, el gobernador y el Obispo de Copiapó.
Además de administrar el fondo, esta instancia determinará la fecha y forma en que se efectuarán las colectas públicas, y las gestiones legales para que se efectúen; también llamará a concurso público para la ejecución de las obras, fijará las bases de este concurso y lo resolverá; y abrirá una cuenta corriente especial para gestionar el fondo referido.
El Senado eliminó la facultad de esta comisión de requerir las autorizaciones administrativas ante el Municipio y el Consejo de Monumentos Nacionales.
Fernando Ariztía nació en Santiago el 27 de mayo de 1925. Ingresó en el Seminario, donde fue ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1951, por el Cardenal José María Caro.
En los años 50 fue párroco de San Cayetano, en la naciente población La Legua, y luego párroco en la iglesia de Santiago Apóstol, en Estación Central. También fue el Asesor Nacional de la Juventud Obrera Católica (JOC).
Entre 1967 y 1976, fue Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis y Vicario Episcopal de la Zona Oeste. "Él fue una figura verdaderamente emblemática del episcopado nacional, que en los años más duros de la dictadura del general Pinochet participó activamente en la creación del Comité por la Paz, el cual presidió, y que más tarde diera paso a la Vicaría de la Solidaridad", señalan los diputados.
En 1976, Paulo VI lo nombra Obispo de Copiapó, localidad a la que dedicó su vida. En los fundamentos del proyecto, los legisladores recuerdan que "gravemente afectado por la enfermedad que lo llevó a la muerte, Monseñor Ariztía tuvo fuerzas para inaugura el Memorial de homenaje a los desaparecidos en la ciudad de Copiapó y de recordarnos el Salmo 84 de la Santa Biblia, que nos expresa que `la justicia y la paz se besan´".
Fuente: Cámara de Diputados