El pastor diocesano invitó a la Iglesia y a la comunidad en general a “recordar este día con recogimiento, haciendo oración por los que partieron, por las familias que perdieron sus casas, y mirar a futuro teniendo presente que Chile es un país sísmico para colaborar con todas las instituciones del Estado y voluntariado y así prevenir catástrofes cuando se vuelvan a repetir este tipo de sismos”, sostuvo.
En este sentido el obispo rescató el valor de la solidaridad para “cultivarla no solamente en momentos de catástrofe, sino día a día. Y ya que comenzamos un nuevo año de actividades, tomemos conciencia de que el estar unidos y el colaborar con el que sufre y se ve afectado por estos episodios, es la mejor forma de construir el Reino de Dios”, subrayó.
En relación al proceso de reconstrucción y la ayuda brindada a las familias que perdieron sus viviendas, el obispo reconoció por una parte, que aún hay una deuda pendiente. “Hay muchas familias que todavía esperan la ayuda del Estado”. Es por eso que hizo un llamado a las autoridades actuales y a las del gobierno entrante a que dirijan su atención preferente para solucionar los problemas de las familias. Del mismo modo destacó los avances en esta materia, invitando a “dar gracias a Dios, a la comunidad y al gobierno también, por los esfuerzos que se han hecho para la reconstrucción de muchas casas y el rescate de nuestro patrimonio”, concluyó.
Finalmente monseñor Pellegrin confirmó con gran satisfacción el término de las obras de restauración de la Cruz Monumental también dañada por el 27/F, y cuya reinauguración se concretará en los próximos días cuando comience a sonar nuevamente el carillón.
Fuente: Comunicaciones Chillán