La fiesta comenzó varias cuadras antes del templo, en el Hogar San Ricardo, de la Obra Don Guanella, donde un grupo de cuasimodistas a caballo salió a esperar al arzobispo, para trasladarlo en carroza descubierta hasta la nueva capilla, donde los fieles, que repletaron el recinto, lo recibieron en medio de aplausos.
La capilla Santísima Trinidad, que pertenece sa la parroquia Santa Teresa del Niño Jesús, está en el sector de los antiguos fundos Santa Sara y Santa Carolina de Batuco desde fines de 1977. Marina Moraga, coordinadora del sector, cuenta que desde entonces había una capilla muy humilde, una mediagua, “pero la amábamos mucho, porque en ella se realizaron varios bautizos y algunos matrimonios. Pero también había personas que veían la mediagua y se daban media vuelta. Esas personas seguramente ahora volverán”. Agregó su deseo de que “esta gran fiesta nos anime a realizar una misión, que salgamos al encuentro de todos nuestros vecinos para anunciar con gozo la maravilla del encuentro con Jesucristo”. La capilla nueva terminó de construirse en octubre pasado, financiada básicamente por el aporte del empresario local Alfredo Jara Franzoy.
El párroco, padre Gabriel Hormazábal, señaló que es una bendición esta visita del pastor. “Estamos muy contentos de que el Arzobispo de Santiago venga a Batuco en un momento tan especial en que ha sido nombrado cardenal por el Papa Francisco, y es muy significativo, porque inauguramos un templo, el lugar en que nos congregamos como Iglesia, y el nombramiento de él es al servicio de la Iglesia. Es bonito ver cómo la Iglesia va creciendo, lo que se manifiesta en lo material con la construcción de nuevos templos”.
En su homilía monseñor Ezzati reflexionó sobre el hecho de que Dios lo llamara desde su pueblo natal, (Campiglia dei Berici, Vicenza, Italia) parecido al campo de Batuco, dijo, para ejercer el ministerio de pastor y “en el día de hoy también el honor de poder servir a la Iglesia con la misión de acompañar al Santo Padre en el gobierno universal de la Iglesia, apoyándolo con el consejo, la cercanía y la oración”.
Un cristianismo auténtico hace crecer en justicia y fraternidad
Luego, refiriéndose a la fiesta de Bautismo de Jesús, precisó que este sacramento abre el cielo a cada cada persona, recupera la comunión con Dios que el pecado original había interrumpido. Enfatizó que el bautismo nos hace verdaderamente hijos de Dios y que “cuando en la vida familar, en la vida de vecinos, en el país se pierde la conciencia de que somos hijos de Dios, se pierde también la conciencia de la fraternidad, de la solidaridad, de la justicia, y nos volvemos personas egoistas, solamente preocupados de nuestros intereses, olvidando que el que camina a mi lado es hermano mío”. Continuó afirmando que si en el país descubrimos esta raíz profunda de ser cristianos, podemos también crecer en la justicia social,en la solidaridad y en la fraternidad”.
Finalmente, monseñor Ezzati reiteró su llamado todos a ser evangelizadores, especialmente en este tiempo de Misión Territorial, tanto al interior de la familia como hacia el entorno. Invitó a los presentes a no olvidar que “el deber más grande que tienen con sus hijos es el de anunciarles el amor que Dios les tiene, el fundamento de la fe que más adelante los hará hombres y mujeres de bien en este mundo”.
Terminada la homilía, se procedió a los ritos de consagración del altar, que comenzaron con la Letanías de Todos los Santos y la colocación de una reliquia de Santa Teresa de Los Andes. Después de la solemne Plegaria de dedicación, monseñor Ezzati ungió con el Santo Crisma toda la superficie del altar, donde en adelante se celebrará el memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo. Por último, se revistió el altar con los manteles blancos, los cirios, signo de la resurrección, y las flores, signo de vida que se renueva.
Al término de la liturgia, la alcaldesa de Lampa, Graciela Ortúzar, le regaló al arzobispo la última recopilación de la poesía de Pablo Neruda. Respecto del nombramiento del pastor de Santiago como cardenal, expresó que “estamos jubilosos y agradecidos de Dios. Hagamos viva la Iglesia con todos nosotros”.
Por su parte, el vicario Zona Norte, padre Rafael Hernández, señaló que la creación de monseñor Ezati como cardenal “es una gran alegría, es un reconocimiento a la persona de don Ricardo y a la Iglesia en Chile. Era esperable, porque Santiago tiene tradición de que su arzobispo sea cardenal. Estamos muy contentos”.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl