Cientos de padres, madres e hijos que llegaron este domingo hasta la Catedral Metropolitana para celebrar la Eucaristía de la Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José, presidida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en compañía del Movimiento Sagrada Familia de Nazareth y el asesor espiritual de estos: el padre Jaime Ortiz de Lazcano.
Durante su homilía, monseñor Ezzati invitó a las familias a emprender una triple peregrinación como la que realizó la primera familia cristiana.
En primer lugar, indicó, acogiendo la invitación de los ángeles, durante la Navidad “hemos querido llegar hasta Belén, porque allí encontraríamos el signo que Dios nos enviaba, un niño envuelto en pañales, que nace en la pobreza”.
“Ese niño es el hijo eterno de Dios, allí podemos contemplar el misterio de un amor infinito que se hace un signo sencillo y en apariencia muy pobre, pero que manifiesta en la sonrisa de un niño lo que es el corazón tierno del Padre, que no quiere que la humanidad viva lejos de él, en el exilio, sino que como parte de su misma familia”, aseguró.
La segunda peregrinación, explicó el Pastor, es la misma que realizó la Sagrada Familia de Belén a Egipto, huyendo de la Ley de Herodes, según la cual todos los niños varones menores de dos años nacidos en Belén y sus alrededores debían ser ejecutados.
“José recibe en sueños el anuncio de que lleve al niño a Egipto —explicó—, y en nuestra vida, en nuestras familias, que también enfrentan muchas veces tantas dificultades de orden tan diverso, no podemos nunca olvidar que en medio del mismo desierto, nunca falta la voz providente de Dios, que nos indica el camino para llevar a cabo el proyecto maravilloso de vida que Dios ha confiado a las familias”.
Todas las dificultades, indicó, tienen que transformarse en “un signo de una entrega más grande, de un amor más poderoso, de una solidaridad mucho más fuerte”.
Por último, monseñor Ezzati invitó a peregrinar a Nazareth, “donde se establece la Sagrada Familia, donde José con su trabajo procura el pan para el hijo de Dios, donde María se pone el delantal para ponerse al servicio de esa familia, donde Jesús crece en edad y en gracia, delante de Dios, y allí vemos una familia que se funda en la entrega mutua”, apuntó.
“La Sagrada Familia no es in ideal inalcanzable —concluyó—, Dios quiere que María, José y Jesús sean un modelo de vida familiar muy concreto: una familia que quiere fundarse en el amor y en el proyecto de Dios, una familia que advierte también en las dificultades la providente presencia de Dios”.
Un lío
En la ocasión se hizo presente un grupo de jóvenes distinguibles fácilmente por sus camisetas amarillas, a quienes el Arzobispo hizo un especial saludo.
Se trató de la agrupación Hagamos lío, fracción de Voces Católicas, quienes en palabras de monseñor Ezzati, “han comprendido y han querido hacer presente en la Iglesia de Santiago la invitación del Papa Francisco a no quedarse mirando la vida desde el balcón, sino entrar con su identidad cristiana en el mundo y en la cultura de hoy para hacer presente el Evangelio de Jesús, hacer presente esos líos, en palabras del Papa Francisco, que de verdad pueden transformar nuestras vidas”.
La fundación Voces Católicas Chile reúne un equipo de comunicadores y voceros quienes, tratando de vivir la fe cristiana con coherencia y fidelidad a la doctrina y al magisterio de la Iglesia Católica, se ponen al servicio de los medios de comunicación para representarla.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago.
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