Arzobispo en misa de Navidad: "No estamos llamados a vivir en el mundo como espectadores, sino aportando lo que Jesús nos ha traído"
El Evangelio según San Juan, proclamado en la Eucaristía de Navidad, afirma: "En el principio ya existía aquél que es la palabra. Y aquél que es es la palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él, nada empezó de cuanto existe. Él era la vida y la vida era la luz de los hombres ".
Las palabras, escuchadas por miles de personas en todo el mundo, tuvieron eco en la Catedral de Santiago, hasta donde llegaron familias a celebrar el nacimiento del Jesús al mediodía de este 25 de diciembre.
En su homilía, monseñor Ricardo Ezzati les deseó a todos una feliz Navidad: "Que la gracia de la venida del Señor en la historia, llene el corazón de cada uno de una gran esperanza y un gran gozo".
El Arzobispo de Santiago aseguró: "La venida del Señor no es sólo un acontecimiento de la historia, sino que se realiza constantemente en la historia de cada hombre y de cada mujer. Dios intervine con misericordia y ternura en la vida personal y comunitaria, es el motivo para saltar de gozo".
La eucaristía comenzó con la contemplación del hermoso pesebre instalado en el templo. Antes de subir el altar, la procesión encabezada por el Seminario Pontificio mayor de Santiago, adoró junto a toda la asamblea al niño que nació en Belén.
Jesucristo, nuestra esperanza
"La venida del Señor siempre llena el corazón de esperanza", afirmó el Pastor de la Iglesia de Santiago en su reflexión. "El dolor y las dificultades no dejan de serlo, pero adquieren una gran dimensión de esperanza. No estamos solos, el Señor ha venido a compartir nuestra existencia. Ha venido a caminar junto a nosotros. Ha venido a salvarnos", aseveró.
Monseñor Ezzati, aseguro que a partir de la historia que está viviendo nuestra sociedad, "la presencia de Jesús nos invita a la esperanza. A no dejar que nuestro corazón quede aplastado por las dificultades".
Prosiguió afirmando que estamos llamados a caminar en el gozo y no en la tristeza, "porque la palabra se ha hecho carne. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre. Viene a sanar nuestra historia desde el corazón.
Jesucristo es el fundamento de nuestra esperanza. No tiene motivo suficiente en cada uno de nosotros o en nuestras iniciativas. Hemos visto cómo iniciativas humanas, que pretenden ser liberadoras, nos vuelven a esclavizar", puntualizó el Arzobispo.
Por último, monseñor Ezzati llamó a los presentes, y a todo el Pueblo de Dios, a vivir conforme a la misión que Dios nos ha encomendado." Vivimos en un mundo donde siempre ha estado presente la oscuridad, el pecado, la injusticia y el odio, pero estamos llamados a vivir en ese mundo no como espectadores, sino aportando a la realidad lo que Jesucristo nos ha traído: la paz, la comunión, el estilo de vida de familia, la solidaridad. En este mundo, en esta historia, en este Santiago de Chile, estamos llamados a ser constructores de esa civilización del amor que Él ha venido a inaugurar", finalizó.
Algunos testimonios:
María Sepúlveda llegó con su familia a la misa: "Para nosotros es una tradición venir hasta la Catedral los 25 de diciembre. Esto nos da sentido de Iglesia".
Flavio Pérez es brasileño y pasa la Navidad junto a su esposa en Santiago: "La Navidad nos une. En Brasil siempre la vivimos en familia y creo que la fiesta se vive de forma muy especial aquí en Santiago".
Juanita González tiene 5 años, asistió junto a sus padres y hermanos: "Lo que más me gusta es el pesebre, porque Dios nació así, como se ve ahí, pobre, pero con mucho cariño alrededor".
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
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