Con el signo de la Imposición de las Manos el pastor diocesano le transmitió la fuerza del Espíritu Santo para su vida y ministerio en la Iglesia. Posteriormente el nuevo diácono fue revestido con los ornamentos propios de su ordenación y signos visibles de su consagración al servicio del Señor y de los hermanos.
Don Héctor Luna, quien manifestó su infinito agradecimiento al Señor por el don que se le confirió, compartió sus impresiones: “El diácono es enviado a anunciar la Palabra de Dios a los hombres y mujeres de estos tiempos, a servir a las Comunidades como testigo de fe, a ser un evangelizador y un misionero. Doy gracias a Dios por haber sido elegido por Él para cumplir su voluntad, para desarrollar, Dios mediante, un servicio siempre alegre, perseverante, fecundo y humilde a favor de los demás”.
Refiere don Héctor la extraordinaria importancia que tiene la presencia del Señor en su vida, “proporcionándome compañía, brindándome fortaleza para poder hablar de Él y transmitir su Mensaje a los demás: a los enfermos y postrados que reciben con agrado y paz al Señor Jesús”.
Relata, además, que al recibir la buena noticia, que había sido llamado al Diaconado Permanente, experimentó una gran alegría. “En cuanto lo supe, acudí a la catedral para dar gracias a Dios, y a pedirle se me conceda la gracia de ser un buen servidor de Cristo y de su Iglesia. Confieso que lloré de emoción, pero ahora que he sido ordenado diácono permanente puedo decir como expresara San Alberto Hurtado “Contento Señor Contento”.
Maximiliano Muñoz, Coordinador de la Comisión Diocesana del Diaconado Permanente en la diócesis, demostró su alegría por la ordenación de Héctor Luna: “La Iglesia en Osorno está de fiesta, recibimos con gratitud esta nueva bendición, nos sentimos agradecidos del Señor por enviar a un nuevo Servidor. Su misión es de vital importancia, por lo que lo instamos a continuar en el camino de la oración, siendo perseverante en su tarea de animar a los cristianos, tanto en la evangelización, como en la solidaridad y servicio”.
Por su parte Monseñor René Rebolledo felicitó a don Héctor Luna, a su familia y a la comunidad “San José” de Francke. Agradeció, también, al Señor por el don del Diaconado en la Iglesia. Resaltó la inmensa labor que realizan los diáconos permanentes en bien de la comunidad y el gran servicio que prestan a los hermanos y hermanas más necesitados, como testigos de fe, esperanza y caridad. Lo instó a llevar con responsabilidad este gran compromiso con el Señor y la Iglesia”.
Héctor Luna Andrade nació el 11 de septiembre de 1954 en la comuna de Puerto Octay. Sus estudios básicos los realizó en la Escuela Rural Nochaco y la enseñanza media en el Liceo Industrial de Osorno. “Mi vida como cristiano nació en el Movimiento de Cursillos de Cristiandad al cual me integré desde el año 1979”. En la parroquia, actual convento “San Francisco”, tomó parte del grupo de liturgia como también del equipo misionero. Desde el año 2000, fecha en que se traslada a Francke, colabora activamente en la parroquia “San José”, a la cual pertenece. Ha recibido una completa formación en la Escuela Diaconal de la diócesis.
Fuente: Comunicaciones Osorno