Adviento del latín adventus, que quiere decir venida, llegada, tiene el sentido de avivar en los creyentes la espera del Señor, Él que pronto va a venir. Los cristianos estamos esperando que nazca Jesús en nosotros. Esperamos su nacimiento. El padre Mauricio Jacques Sánchez, vicario de Pastoral Social, manifestó que este tiempo es precisamente para ir preparando los corazones, para irnos convirtiendo de verdad para cambiar de actitud y tener una disposición abierta; yo quiero dejar entrar a Jesús que me trae el sentido de la vida”.
Por eso este año 2013 el Adviento es misionero, y la idea es animar a los hermanos y hermanas a preparar mejor la Navidad, ahora con los vecinos, especialmente de los que estamos más alejados. A nuestros vecinos les llevaremos un altar del Adviento Misionero y Navidad Compartida, rezamos juntos en familia y reunimos alimentos no perecibles para preparar una canasta familiar, que el día de Navidad será entregada a las personas que no tienen alimentos para vivir una Navidad digna. Cada vecino visitado hará lo mismo con sus otros vecinos, así construiremos una cadena de amor, procurando llegar a las casas de familias más necesitadas donde Jesús quiere llegar con más amor.
Las canastas familiares serán ofrecidas en la Eucaristía o liturgia dominical, y el altar será bendecido para que proteja el hogar donde fue recibido.
El día 24 de diciembre, vísperas de la Navidad, se llevará todas las canastas reunidas a las familias que más lo necesitan.
El padre Mauricio explicó que la invitación es extensiva a todas las familias, estén participando o no en la Iglesia. “Nosotros tenemos la misión de llevar la buena noticia del Reino de Dios a todas las personas, y en este tiempo de Adviento queremos hacerlo con más fuerza, ir a contar, motivar; como Iglesia tenemos un hermoso encargo, desde el Espíritu Santo, llevar la buena nueva, igual como lo dice el papa Francisco, salir a la periferia de los corazones, y de las ciudades”.
En cada hogar quedará un altar de Adviento Misionero, que nos invita a dar sentido a nuestras vidas, ya que el sentido es que lo vivido sea una cruzada de solidaridad, de amor, como todas las familias que esperan a otro familiar, donde se hacen gestos de cariño, de amor y dignidad.
Fuente: Comunicaciones Talca