El padre Baeza fue el primer Vicario de la Pastoral Obrera de Santiago entre 1976 y el 2000. Nació en 1931 y fue ordenado sacerdote en junio de 1960. Fue clave en la transición a la democracia y en la lucha de los Derechos Humanos y de los trabajadores.
En los años noventa y luego de la llegada de la Democracia asume en 1992 como ProVicario de Pastoral Social y en 1998 como Vicario. A la cabeza de esta institución continuó su tarea de defensa de los derechos humanos de las personas y grupos más vulnerables de la sociedad entre ellos los cientos de refugiados que empezaron a llegar a Chile en busca de protección.
En 1999, a raíz de una situación conflictiva originada en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), comenzó una labor de mediación entre los internos y las autoridades de Gendarmería destinada a humanizar y mejorar las relaciones humanas.
En noviembre y diciembre del año 2000, debido a las huelgas de hambre realizadas por internos en numerosos recintos carcelarios del país, como reacción ante la muerte de seis internos calcinados en la Cárcel de San Miguel, tomó contacto con la realidad de vida de los presos comunes en las cárceles y sirvió de mediador en la solución de esos conflictos, labor que mantuvo conjuntamente con Gendarmería y con familiares de presos agrupados en CONFAPRECO, Confraternidad de Amigos y familiares de Presos Comunes, en pro de lograr el respeto a los derechos humanos de los presos.
Fue Vicario hasta marzo 2006 cuando asumió como Vicepresidente de Caritas Chile cargo que ocupó hasta 2010, manteniendo siempre una estrecha relación de trabajo y compromiso con la institución, siguiendo con la promoción de la dignidad y el desarrollo humano integral de las personas.
“Perdemos un gran defensor de los derechos de los más pobres”
Al conocer la partida del P. Alfonso, el ex presidente de la Pastoral Social Caritas Chile, Mons. Manuel Camilo Vial, señaló que: “El Padre Alfonso fue un hermano sacerdote, un amigo muy cercano tuve la oportunidad de conocerlo cuando joven y cuando llegué al Arzobispado, colaboré con él junto al Cardenal Raúl Silva Henríquez. Desde ahí caminamos juntos, motivados por las inquietudes que teníamos, especialmente por el mundo obrero, en la Zona Sur. Fueron tiempos difíciles y tiempos bonitos, trabajamos juntos en la defensa de los Derechos Humanos, en la Vicaría de la Solidaridad. Tuve la suerte de apreciar la generosidad de su sacerdocio siempre, muy entregado a la causa de los pobres, al mundo de los trabajadores, siempre vivió en barrios populares en una forma muy evangélica, muy fiel a la Iglesia. Muchas veces mal comprendido, pero contaba con la confianza de sus pastores.
Perdemos un gran defensor de los derechos de los más pobres, pero confío que por su testimonio aparezcan muchos que sigan su camino”, afirmó.
En tanto, el Director de la Pastoral Social Caritas, Lorenzo Figueroa, recordó que “durante su trabajo como Vice Presidente de Caritas Chile el P. Alfonso contribuyó de manera decisiva a promover un trabajo en la línea de la promoción y defensa de la dignidad y los derechos de las personas y comunidades empobrecidas, desde una relación de cercanía con las organizaciones sociales y líderes comunitarios. Ese es el legado que nos deja y que esperamos continuar profundizando”, puntualizó.
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Libro virtual de condolencias
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas