Fue un día especial para los integrantes de la Capilla Santa Elena, perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, ya que tuvieron la oportunidad de participar del rito en que Monseñor Ezzati consagró el nuevo altar de mármol que fue regalado por una persona anónima a este lugar.
El Arzobispo de Santiago se mostró contento de compartir nuevamente con ellos, ya que lo había hecho hace 10 años y los felicitó por el cuidado y compromiso que tienen con su capilla. También agradeció a su diacono Sergio Pericó, quien hace 18 años acompaña a la comunidad.
En su homilía él pastor se refirió a la importancia de la consagración. “El altar es Cristo y el que sea firme de mármol nos dice que la piedra fundamental es Jesús y solamente en Él podremos encontrar el sentido profundo de nuestra existencia. Jesús es la piedra angular porque permanece ayer, hoy y siempre”.
Monseñor Ezzati también les dijo: “Mirando el altar que es Cristo descubrimos que el lazo que nos une entre nosotros es la fraternidad… Todos formamos el cuerpo de Cristo y gozamos de esa dignidad que el Señor nos ha dado. El altar nos viene a recordar que somos hermanos”.
Como parte de el ritual se rezó la letanía de los santos y luego el Arzobispo realizó la unción con el crisma, la incensación y agentes pastorales lo revistieron colocando los manteles, los cirios y las flores.
Al finalizar la consagración le dijo a los presentes: “Que las puertas de esta capilla no se cierren nunca porque el corazón de Cristo, simbolizado en el altar, es una corazón abierto”.
Tras la misa se realizó un encuentro para compartir en la Casa Pastoral en el que participó Monseñor Ezzati y pudo disfrutar de un equinazo que le brindó el grupo folclórico de la comunidad.
Un poco de Historia
La Capilla Santa Elena fue inaugurada el 3 de agosto de 1983 y se fue construyendo y arreglando de a poco y con el esfuerzo y solidaridad de los fieles, cuenta el diácono Sergio Pericó. “Esta es una comunidad pobre y el sector es conflictivo, sin embargo las personas que participan son comprometidas. Desde hace años nos reunimos todos los jueves y los domingos en la misa”.
“Nosotros siempre estamos haciendo cosas, tratamos de realizar todo lo que la pastoral nos encomienda como la catequesis familiar, retiros, grupos de liturgia y coro. Además, hacemos diversas actividades, partimos el año conmemorando a Laurita Vicuña, en septiembre celebramos el Mes de la Biblia, en octubre el Mes del Rosario y ahora el Mes de María”, explica el diácono.
Silvia Pérez llegó al sector el los orígenes de la capilla hace 30 años y recuerda esos tiempos. “Yo empecé a participar cuando tenía piso de tierra, era bien humilde pero con mucha espiritualidad. Desde los comienzos nos esmeramos para que saliera adelante, hacíamos bingos, rifas, completadas, tallarinatas para reunir fondos y luego logramos tener nuestra casa pastoral”.
“Con mi familia siempre hemos colaborado activamente, fui catequista de bautismo, primera comunión y de matrimonios. También secretaria por seis años acá. Mis hijos también hicieron catequesis a los niños y hemos visto frutos porque hay personas que aún siguen participando en la capilla. Actualmente cobro el 1% y aunque es un sector humilde hay 60 familias que aportan mes a mes. Donde pueda ayudar yo ayudo”, afirma entusiasta Silvia.
Gloria Dinamarca también lleva tiempo en la capilla. Se integró hace 25 años cuando tuvo una depresión de la que se recuperó y continuó participando activamente en la comunidad. “He vivido retiros de conversión, hecho animación litúrgica, también soy ministro de comunión. Para mi ser parte de la capilla me ha permitido tener una nueva vida, ver las cosas desde otro punto de vista y él Señor me ha dado la fuerza, la sanación espiritual, la paz y nos ha acompañado a mí y mi familia”.
Gloria valoró la visita de Monseñor Ezzati: “Para nosotros es importante que él nos acompañe, nos sentimos considerados, ya que a veces uno piensa que no vienen a los sectores periféricos”.
Fuente: Comunicaciones Santiago