“Caritas debe aumentar su distribución de alimentos y de materiales para refugios temporales. Pero la movilización de la Iglesia, la solidaridad de las diócesis vecinas y de las Caritas atreves del mundo nos permite confiar en nuestra capacidad para enfrentar a los desafíos de esta emergencia mayor”.
Ayer, domingo 17 en Ormoc, hemos vistos las destrucciones causadas por el tifón. La mayor parte de las viviendas están destrozadas y la población esta todavía tratando de recuperar materiales de sus casas para poder armar refugios temporales.
Demetria Omega, 75 años, es una de las víctimas del tifón en Ormoc. Al lado de sus estantes con pocas frutas y verduras y rodea por sus nietos, cuenta su historia: “Cuando llego el tifón pensé que iba a morir. Todas la casas volaban y con mi hijo y mis nietos tuvimos todas las penas del mundo para protegernos. Atrás mío estaba mi casa, ahora no queda nada. Necesitamos comida, primero comida, y también lo necesario para poder tener un refugio.” Demetria, como el resto de los filipinos esta haciendo lo posible para enfrentar a las dificultades. “No podemos quedarnos sin actuar. Yo logre tener un pequeño préstamo de $25 y arme ese punto de venta de frutas y verduras. Así espero poder apoyar a mi familia y enfrentar a esa tragedia. Es importante estar activa, hacer lo posible para mis nietos.”
Si los daños son importantes en Ormoc, lo son aun mas en Tacloban y especialmente en el pueblo de Palo.
“Cuando miro por la ventana de mi casa afectada, parece un valle de los muertos” dice Monseñor John Du, arzobispo de Palo, uno de los pueblos mas afectados por Haiyan en la provincia de Leyte. “En Palo, 95 % de los edificios han desparecido. Estamos enterrando los cuerpos en las afueras de las parroquias. Se necesita de todo pero la ayuda a las víctimas se esta organizando, estamos distribuyendo alimentos, y pronto, material para refugios temporales.”
Hoy, lunes 18 de diciembre, una primera entrega de materiales para refugios temporales estará organizada en Palo por CRS.
Diez días después de la llegada del tifón mas fuerte de la historia que toca tierra, Caritas tiene un asesoramiento mas preciso de daños y de las necesidades de las víctimas. Pero la ayuda International esta todavía enfrentando grandes desafíos logísticos para poder hacer llegar a los alimentos y otros bienes necesitados por los afectados quienes han perdido todo.
Pueblos afectados en las provincias de Leyte, Samar, Panay y Mindoro han tenido muy poco apoyo o ninguno todavía.
En ese contexto, la red de la Iglesia Católica y de Caritas se revelan de suma importancia y en primera línea para entregar la ayuda.
Hoy en Cebu, se organiza una reunión de coordinación de las Caritas presentes en el país con los obispos y representantes de las diócesis afectadas con propósito de compartir la información recogida en las distintas provincias y continuar aumentando la repuesta de la red de la Iglesia.
“ Las oraciones, la solidaridad y la movilización de nuestros hermanos y hermanas en el mundo nos permitirá salir adelante.” Frente a esa una intervención mayor, que será a largo plazo, Monseñor Broderick Pabillo, presidente de Caritas Filipinas agradece a las Caritas en el mundo y pide seguir movilizando recursos para poder responder a las necesidades de la población.
Fuente: Ryan Worms, Caritas.