Esta decisión de finalizar la huelga de hambre -el paro continua- fue gracias a dos factores: la salud que ya estaba comprometiendo a este grupo y las conversaciones realizadas por el vicario de la Pastoral Social de la Diócesis de Talca, padre Mauricio Jacques Sánchez, quien actuó como mediador con el fin de que depusieran esta medida tan extrema que les complicaba su salud. El sacerdote celebró la decisión por el bien de todos y los instó a seguir luchando por estas demandas que están desarrollando.
Durante la mañana del jueves 14 de noviembre los funcionarios manifestaban problemas de agotamiento, deshidratación y, uno de ellos, acusaba problemas hipertensivos, situación que constató el médico de la atención primaria, Gonzalo Ormazábal.
Uno de los huelguistas Iván Rojas, valoró el esfuerzo de sus compañeros que durante todas estas horas permanecieron sin ingerir alimentos, y junto con confirmar la suspensión de la drástica medida, se quejó de la nula solidaridad de la dirigencia del gremio de la Asemuch, desde Santiago.
Fuente: Comunicaciones Talca