Si bien es un llamado permanente, la misión cobra más fuerza durante octubre. Este mes, la Iglesia Universal se une en torno al desafío que implica salir a proclamar la Buena Nueva a todos los rincones del mundo.
En 1926 Pío XI estableció que el penúltimo domingo de octubre se celebrara en toda la Iglesia el “Domingo Mundial de las Misiones”, en favor de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, para mover a los católicos a amar y apoyar la causa misionera.
Desde 1943, esta “fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” se conoce como Dum. Este nombre ha ayudado a identificar y difundir aún más esta jornada y su mensaje —una llamada de atención sobre la común responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización del mundo— ha calado en la profunda sensibilidad y tradición misionera de nuestro país.
Los Territorios de Misión están confiados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y dependen en gran medida de la labor de los misioneros y del sostenimiento económico las Obras Misionales Pontificias de todo el mundo. Mediante el Dom, la Iglesia trata de cubrir estas carencias y ayudar a los más desfavorecidos a través de los misioneros.
El Papa Francisco en su Mensaje para esta jornada del Domingo Universal de Misiones, ha exhortado a “fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía”. Es urgente, nos dice, “hacer que resplandezca en nuestro tiempo la vida buena del Evangelio con el anuncio y el testimonio, y esto desde el interior mismo de la Iglesia”, porque “no se puede anunciar a Cristo sin la Iglesia. Evangelizar nunca es un acto aislado, individual, privado, sino que es siempre eclesial”.
Momento clave de este mes, será la celebración del Domingo Universal de Misiones, el próximo 20 de octubre, la Iglesia está llamada a unirse de manera especial en la oración, pero también en un gesto concreto de caridad. La colecta que se recoge en todas nuestras Iglesias y Capillas, se destina completamente a las obras misioneras de la Iglesia en todo el mundo. Es la fe transformada en caridad, la que permite a las Obras Misionales Pontificias, instrumento de cooperación en la misión universal de la Iglesia en el mundo, seguir sosteniendo el anuncio del Evangelio e innumerables proyectos que van en ayuda a nuestros hermanos más necesitados.
Especial Dum iglesia.cl
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Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl