El encuentro fue en la parroquia Nuestra Señora de La Merced, donde más de 130 misioneros se congregaron con Monseñor Héctor Vargas, Obispo de la Diócesis San José de Temuco, para abordar la realidad territorial, social y pastoral del decanato.
Fue en el Templo Mercedario donde se inició la jornada, con la Oración y la lectura de la Palabra del evangelio de Mateo 5, 13-16 y que fue animada por jóvenes de la parroquia. Luego, el decano de Victoria, el Pbro. Darío Fuentes dio la bienvenida y alentó a asumir el desafío de la Asamblea y de ver en conjunto la situación actual del decanato. Palabras seguida por las formuladas por el párroco de Sagrado Corazón de Jesús de Lautaro, el Pbro. Jorge Vidal, quien entregó sus saludos al obispo y agradeció su presencia, destacando los vínculos de fraternidad y de fe al presentarle la mirada de nuestra Iglesia.
Luego, la concurrencia se dirigió hasta el salón parroquial donde tras el café comenzaron el plenario, cuyas primeras palabras fueron dirigidas por Monseñor Héctor Vargas, quien agradeció por la masiva convocatoria y manifestó su gran interés por el objetivo de la jornada y recordó a los asistentes a que “somos llamados a ser sal en estas tierras y ser comunidades vivas, llenas de vida y alegría”.
El encargado de la oficina de Lonquimay, del Departamento de Acción Social del Obispado, Pablo Palma, expuso sobre la realidad social del decanato, que abarca las comunas de Ercilla, Traiguén, Victoria, Lautaro, Perquenco, Curacautín y Lonquimay; y cuya principal característica socio demográfica del territorio es su heterogeneidad. También, mencionó las cifras de población de 129.976 personas de los cuales el mayor porcentaje de habitantes corresponde a la comuna de Lautaro, Victoria y Traiguén.
Otro índice planteado fue sobre la población rural del territorio, que es en promedio el 45%, siendo las más altas Ercilla con un 78% de población rural y Lonquimay con un 66%. Además, el índice de pobreza en el territorio corresponde a un 26.6% de la población, siendo la comuna más pobre Ercilla con un 36%, además de Lonquimay y Perquenco con un 31%.
La realidad que interpela
La situación del conflicto mapuche también se expuso, siendo una de las principales causas que afecta a la población. Otro punto, fue sobre las comunas extremas, como el caso de Lonquimay, con altos indicadores de pobreza, principalmente, por sus extremas condiciones climáticas con hasta 25 grados bajo cero en invierno, aislación, etc. Y su gran desafío es lograr un desarrollo humano con soluciones pertinentes a su identidad cultural, su geografía, su condición fronteriza, entre otros. No ajeno también, fue al referirse al tema de las empresas forestales y las consecuencias hídricas.
Pero a su vez, se entregaron nuevos desafíos, como la diversificación de los trabajos hacia la mujer, como las temporeras, que van de la mano con capacitación y perfeccionamiento, “Es un decanato que se mueve entre la carencia y la abundancia de recursos naturales; entre la sequía del valle y el raudal de las aguas cordilleranas. En este contexto, el signo de luz es la protección, cuidado y recuperación de la naturaleza, como bienes de la Creación… Además, el trabajo de promoción humana de la Iglesia y sus agentes, comunidades de base, en los ámbitos de la solidaridad, la justicia social y la formación de personas “.
En el ámbito Pastoral, el decano de Victoria, mostró la realidad de las nueve parroquias, con una reseña histórica de cada una y sobre la extensión que abarcan para la asistencia. A continuación, el Pbro. René Riquelme, párroco de Sagrado Corazón de Jesús de Victoria, presentó el trabajo pastoral en comunión y los acentos de la realidad decanal con sus desafíos, destacando entre ellos al COMIN, la Pastoral de Educación, Pastoral Rural, entre otros.
Equipos de Trabajo
Al finalizar las exposiciones, el Vicario de Pastoral, el Pbro. Rogelio Henríquez, entregó los cuestionamientos a tratar y conformó los equipos de trabajo que abordaron los desafíos mencionados, que tras plantearlos vieron la situación actual y los desafíos que proponen, posturas que fueron manifestadas al concluir la jornada.
Nuestro obispo, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, quien durante las exposiciones con mucha atención, fue anotando todas las intervenciones, agradeció todos los aportes entregados y valoró estas instancias de comunión y que todas estas participaciones contribuirán a la preparación de la Asamblea Diocesana de Pastoral de los días viernes 11 y sábado 12 de octubre del presente año.
Fuente: Comunicaciones Temuco