El Arzobispo de Santiago aseguró en su intervención que es testigo del deseo de los fieles de participar más activamente en la celebración de la Misa y que quisieran que esa participación pudiera expresarse más explícitamente. “¿No convendría explicitar el sentido de su participación activa?”, se preguntó Monseñor Errázuriz en su exposición ante los obispos participantes del sínodo. “Es cierto: cuando dicen “Amén” lo dicen todo. Pero además podrían incorporarse, entrar en la acción eucarística, acompañarla, no sólo en silencio, sino también con palabras muy significativas, capaces de manifestar su actitud interior, porque la Misa quiere ser su vida, y su vida quiere ser una Misa prolongada”, agregó.
El Cardenal Errázuriz afirmó, por otra parte, que los fieles laicos participan con plenitud en la Misa “cuando toda su vida está unida profundamente a la Eucaristía; cuando toda ella es acogimiento de Dios, escucha de la Palabra, docilidad al Espíritu; cuando toda ella es adoración y acción de gracias, como asimismo renovación de la Nueva Alianza; cuando ella entera es ofrenda y comunión, sacrificio, impetración y expiación, don gratuito de Dios para los hermanos”.
Recordando las palabras del Padre Hurtado sobre la Eucaristía, -“¡Mi Misa es mi vida, y mi vida, una Misa prolongada!”- , el Cardenal Errázuriz indicó que ese es el camino de toda pedagogía eucarística. “La Eucaristía –agregó- es realmente la fuente y la cumbre de la vida y la misión de los fieles laicos, cuando confluye hacia ella y parte de ella -en la vida individual, familiar, laboral, artística, cultural, social y política, en los quehaceres cotidianos y en las tareas extraordinarias- el ejercicio de la función sacerdotal, profética y real de su existencia cristiana”.
El Cardenal Errázuriz destacó en su intervención que la Eucaristía puede saciar el hambre de la humanidad: “el hambre de comunión, de vida y de paz, de trascendencia y de intimidad, de verdad y de belleza, de sentido del dolor y de dignidad, de misión, solidaridad y fecundidad, en una palabra, el hambre de Dios”. (texto completo de la intervención al final de este comunicado)
Delegación chilena
El sínodo de obispos tiene como tema central de reflexión la Eucaristía. Este se inició el 2 de octubre pasado y culminará el domingo 23 de octubre, con la canonización de cinco nuevos santos para la Iglesia universal, entre ellos el beato Alberto Hurtado.
Los representantes de la Conferencia Episcopal de Chile está formada por Monseñor Cristián Caro, Arzobispo de Puerto Montt; y por Monseñor Andrés Arteaga, Obispo Auxiliar de Santiago. Los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Jorge Medina participan en el sínodo por especial invitación del Papa Benedicto XVI. También se encuentra participando, en calidad de auditor, el sacerdote Ignacio Gramsch, vicario parroquial de la parroquia San Luis Beltrán de Santiago.
Texto completo de la intervención del Cardenal Errázuriz
Fuente: DOP Santiago