Miles de fieles celebraron el Día de la Solidaridad en el Santuario del Padre Hurtado
Miles de fieles celebraron el Día de la Solidaridad en el Santuario del Padre Hurtado

El padre Galo Fernández, Vicario Episcopal de la Zona Oeste, quien presidió la Eucaristía en conmemoración de la muerte de San Alberto Hurtado, realizó un llamado a la fe para construir una sociedad más justa y fraterna.

Este domingo 18 de agosto, Día Nacional de la Solidaridad en conmemoración del aniversario del fallecimiento de San Alberto Hurtado, se celebró la misa solemne en su santuario junto a miles de fieles que lo quisieron acompañar.

La ceremonia religiosa fue presidida por el padre Galo Fernández, Vicario Episcopal de la Zona Oeste y concelebrada por el padre Andrés Moro, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores; el padre Paul Mackenzie SJ, Rector del Santuario del Padre Hurtado, el padre Orlando Contreras SJ, Delegado del Área Apostólica Social de la Compañía de Jesús en Chile; el padre Pablo Walker SJ, Capellán General del Hogar de Cristo, entre otros.

El padre Galo Fernández señaló en su homilía que “no basta una concepción tan presente en la cultura de hoy de reconocer los derechos fundamentales de cada persona o no basta una conciencia de la necesidad de equidad y justicia. Hace falta todavía un fundamento más fuerte, que sostenga la pasión por la equidad, no es solo una cifra, sino un asunto de humanidad, de dignidad humana, un asunto de fe”.

Agregó que “la fe que movió a Alberto Hurtado nos empuja a valorar no solo los propios derechos, no solo a reclamar aquellos aspectos en que yo me siento excluido sino fundamentalmente nos hace hacernos cargo de los hermanos que están más excluidos, que tienen mayor necesidad. La fe es fundamento para construir una ciudad, para construir una sociedad justa y fraterna, la fe nos viene bien para fortalecer el compromiso por todos los que sufren al modo de Alberto Hurtado”.

Al finalizar la ceremonia el padre Fernández señaló que San Alberto Hurtado y su mensaje siguen trabajando hoy en nuestra sociedad, en nosotros mismos. Invitó a los fieles a seguir su ejemplo para que todos pudiesen contribuir, desde sus posibilidades, a crear una sociedad más justa, fraterna y solidaria.

Reseña de San Alberto Hurtado

Alberto Hurtado alcanzó a estar solo 16 años como sacerdote, sin embargo su mensaje y obra fue muy fecunda y actual, tanto que hasta hoy en día siguen invitando e inspirando muchos a trabajar por un Chile más justo, fraterno, y solidario.

Un breve recorrido por su vida nos revela la preocupación que el Padre Hurtado asignaba a la educación, a la vinculación de la escuela con la vida. Señalaba: "La juventud que se educa en los colegios católicos no adquiere un sentido social cristiano: no toma conciencia de su responsabilidad social, se interesa poco por la obra en pro de la clase y tiene escasa preocupación por actuar en su vida post-escolar en forma socialmente útil. Su actitud es inconscientemente egoísta".

Bajo esta perspectiva en 1942 publicó su libro “Puntos de Educación”, y luego en su libro “La Elección de Carrera” de 1943, orienta a los estudiantes que están pronto a entrar a la universidad para elegir una profesión que desde sus capacidades e intereses contribuya a la construcción de un país mejor.

Para el Padre Hurtado, la educación no era un problema más, era el problema fundamental del país que actuaba como un factor activador de los otros.

También tuvo especial sensibilidad por los trabajadores, obreros y sus derechos. Fue un convencido que “la caridad comienza donde termina la justicia” como él mismo decía. Para ello fundó la Acción Sindical Chilena, ASICH, en 1948, donde estimulaba a obreros y trabajadores a prepararse en la doctrina social de la Iglesia, incorporarse a los sindicatos, capacitarse en talleres sobre la realidad social nacional para que luego defendieran la dignidad del trabajo humano desde un criterio social. Decía: "el hombre, el obrero particularmente, no quiere benevolencia, sino justicia, reconocimiento de sus derechos, de su igualdad de persona. Ningún otro substitutivo lo puede satisfacer". Esta prédica no dejó de molestar a los patrones, y Alberto tuvo serios disgustos pero que no lo desalentaron.

Los jóvenes también fueron foco de preocupación en su vida. Desde que llegó como sacerdote a Chile comenzó su apostolado con ellos promoviendo el servicio a los más pobres, porque “ser católicos equivale a ser sociales” les decía.

Fue nombrado Asesor Nacional de la Juventud de la Acción Católica en 1941, donde los laicos tenían una participación activa en la Iglesia. Recorre el país dando charlas y convocando decenas de vocaciones sacerdotales.

Por ese entonces impactó a la sociedad con su libro “¿Es Chile un país católico?”. Tal vez nunca, un sacerdote chileno se había atrevido a consignar en un libro un análisis tan crudo y realista el espectáculo que el país ofrecía a la conciencia católica. Decía: “Nuestra más grave crisis, es crisis de fe, que se origina en gran parte en la falta de cultivo espiritual y se traduce luego en mayor escasez de sacerdotes que reanimen la vida interior.”

Otro aspecto importante de destacar en el Padre Hurtado, es que siempre tuvo un corazón muy sensible al dolor de los pobres y marginados. En su libro “Humanismo Social”, publicado en 1947, expresa y revela sus más profundas enseñanzas y sentimientos sobre la justicia, el respeto y el amor a todos los hijos de Dios, especialmente a los más pobres.

En este punto encontramos una de sus obras más conocidas: el Hogar de Cristo. Su intención era devolver a esas personas su dignidad de chilenos y de hijos de Dios. Por eso se preocupa de que cada uno de los acogidos que entra al Hogar reciba una atención cariñosa, como si fuera el mismo Cristo.

Hoy el Hogar de Cristo llegó a ser como él dijo. Una obra del conjunto de chilenos de corazón generoso. Él quiso a su obra de caridad evangélica, es decir universal, sin la menor excepción de personas e ideologías, buscando en todas sus secciones la manera de servir y amar a todos lo que necesitaran de este servicio y de este amor. Hoy la forma como ha crecido su obra es un verdadero milagro.

Y un último punto a destacar del Padre Hurtado es la fundación de la Revista Mensaje en 1951. Su intención con ella era extender hasta el mundo de los profesionales e intelectuales una visión que marcara a fondo los valores de la sociedad. Se trataba de evangelizar la cultura. El año pasado la Revista celebró 60 años desde su creación. Tiene cerca de 12 mil suscriptores y sigue vigente en el medio nacional fiel a su misión de orientación del pensamiento cristiano.

Fuente: Santuario Padre Hurtado
Santiago, 18 de Agosto, 2013
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