Uno de los cuadros refleja a la diócesis con la imagen del frontis de la Iglesia Catedral y del logo diocesano. En otra cara están los decanatos, con cuatro imágenes que destacan la cultura e identidad de cada uno. Hombres de mar, ciudad, artesanos, campos.
En la tercera cara se pueden apreciar los dolores de la juventud, la violencia intrafamiliar, la falta de trabajo y oportunidades, el alcoholismo y las drogas; la soledad. En la última se plasmaron las esperanzas de la juventud; la solidaridad, la esperanzas y sueños, la familia, la iglesia y comunidad.
Germán Reyes, Secretario Ejecutivo de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Melipilla, explica que este signo es importante para los jóvenes porque se identifican con la Cruz. "Hoy tiene especial sentido en la medida que se configuran con la persona de Jesucristo muerto y resucitado. Es el signo del misionero por excelencia y que acompaña la vida de los jóvenes desde su catequesis hasta sus servicios pastorales".
Según explica Reyes, ellos siguen viviendo este tiempo de misión fortaleciendo las comunidades y convocando a actitudes y tiempos de misión, además de trabajar en la orgánica con la pastoral social y de misiones de la diócesis.
Fuente: www.iglesiaenmision.cl