En multitudinaria misa el Camino Neocatecumenal celebró 40 años en Chile
En el Santuario Nacional de Maipú, cerca de cuatro mil miembros del Camino Neocatecumenal de todo el país celebraron este domingo 4 de agosto los 40 años de la presencia de este carisma de la Iglesia Católica en Chile.
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Juan Figueras, misionero español, laico, que inició esta experiencia en el país, expresó al comenzar la liturgia “la alegría de ver la fidelidad del Señor durante estos cuarenta años, que nos ha conducido a pesar de nuestra debilidad, de nuestra pobreza y precariedad”. Recordó que el 7 de febrero de 1973 llegó con el primer equipo de catequistas a la diócesis de San Felipe, a petición del obispo Enrique Alvear, y que en agosto del mismo año fueron acogidos en Santiago, por monseñor Fernando Ariztía, entonces vicario de la Zona Oeste. Así el Camino Neocatecumenal, que es una iniciación cristiana post bautismal, empezó a abrirse en diversas partes y hoy está presente en más de 110 parroquias de 24 diócesis, con un total de cerca de 325 comunidades.
Maritere, esposa de Juan, contó que cando llegaron a Chile lo hicieron sin pasajes de regreso a España y que en todo este tiempo “el Señor ha sido grande con nosotros, por eso estamos alegres. Que el Señor me mantenga hasta cuando Él quiera como discípula y misionera, que es lo mejor que me ha pasado en la vida”.
Convertirse cada día más al Señor
En su homilía, monseñor Ricardo Ezzati expresó en su homilía que, como lo dijera Benedicto XVI, está, por una parte, la actitud de fe de los pastores, “que queremos acoger con cariño un don del Espíritu y estar siempre abiertos a acoger todo carisma que el Espíritu suscita en la Iglesia, para discernirlo, acompañarlo y hacerlo crecer para el bien de todo el Pueblo de Dios”, y también está la actitud de fe de las nuevas comunidades, “su profesión de pertenecer a la Iglesia de Cristo y de ser un carisma para el crecimiento de la fe”.
En cuanto a los textos de la misa de este domingo, indicó que se refieren a la necesidad de buscar el verdadero sentido de la vida, que no está en las cosas materiales, dijo, sino en Jesucristo. Agregó que ha visto cómo muchos miembros de estas comunidades de la Iglesia han tenido ese encuentro con Jesús que los ha llevado a hacer signos concretos de renuncia a los bienes materiales. “Solamente Jesucristo, solamente su amor, su llamado a la libertad, a la solidaridad, a la comunión puede llenar de verdad la existencia de sentido”, indicó el pastor.
Señaló, además, que “el Señor nos invita a ser discípulos misioneros, a transmitir con gozo nuestra fe. Ahí está el Camino Neocatecumenal en el servicio que la Iglesia espera de ustedes. Espera que de verdad cada uno de ustedes se convierta cada vez más profundamente al Señor Jesús como el único gran tesoro de la existencia”. Los invitó a ir y “golpear las puertas de toda la gente que habita en nuestras ciudades, a que sigan yendo a las cárceles, a las periferias a las cuales nos invita el Papa Francisco, para decirles, desde el testimonio humilde de sus existencias, que la respuesta a lo que el hombre y la mujer contemporáneos buscan ustedes la han encontrado, y pueden, con humildad, testimoniarla y darla a conocer”.
Finalmente, el pastor agradeció a este carisma, porque sé que están presentes en muchos rincones de nuestra Iglesia en Santiago y en Chile, en las cárceles, entre la gente humilde y entre aquellos que, siendo ricos en bienes materiales, son pobres, porque no han encontrado el amor del Señor”. Los exhortó a sentirse plenamente Iglesia, en comunión con sus pastores, en comunión en sus comunidades parroquiales, en comunión con los otros carismas presentes en la Iglesia”.
La gratitud del Nuncio Apostólico y de cardenales
Al terminar la Eucaristía, el Nuncio Apostólico, expresó que “a nombre de Santo Padre quiero unirme a vuestra alegría, a vuestra gratitud, a vuestra alabanza, y desear a todos ustedes que vuestro camino pueda producir también en los años futuros abundantes frutos y abundantes gracias del Señor”.
También se dirigió a los presentes el Arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schönborn, quien manifestó su alegría por participar en esta celebración y pidió rezar por la misión en China, que promueve Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, “porque si los chinos no son evangelizados, llevarán el paganismo por todo el mundo”.
Por último, habló el cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien expresó toda su gratitud de la Iglesia a los misioneros españoles Juan Figueras y Maritere, su esposa, quienes iniciaron este camino en Chile. El cardenal agradeció la labor de estas comunidades en las parroquias y “los momentos críticos en los cuales decidieron perseverar. Gracias por lo que han hecho en nuestra Iglesia, gracias porque va cambiar nuestro Chile en virtud de ustedes y de tantos otros carismas que van a colaborar juntos para que este país sea nuevamente un país de Cristo y de la Virgen María”.
Testigos del Evangelio
Filomena Rodríguez, 32 años casada, seis hijos, todos por cesárea, 25 años en el neocatecumenado en la parroquia San Joaquín, de Renca, señaló que “este camino de la Iglesia ha sido el garante de mi matrimonio y mi familia. Yo tenía planeado tener dos hijos, pero el Señor me habló y me abrí a la vida. He visto cómo el matrimonio se ha reconstruido. El encontrarse con Dios da un nuevo rumbo a la vida y se empieza a vivir la verdadera felicidad, a pesar de todos los problemas”.
Fernando Vial, casado, cuatro hijos, de la parroquia de la Sagrada Familia, de Providencia, dijo que “el Camino Neocatecumenal me volcó entero, porque ahora veo que el camino del Señor es una cosa distinta de lo que yo pensaba. También tengo la experiencia de ir a la cárcel a dar las catequesis de este camino a los internos y ha sido maravilloso. Hay reos que siguen esta iniciación cristiana en la cárcel, que han dejado la droga y dicen que nunca han estado tan felices en su vida”.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 05 de Agosto, 2013
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