A las once de la mañana se celebró la sede parroquial una eucaristía recordatoria de los 49 años de caminar junto al pueblo que inició el padre Esteban Gumucio, actual Siervo de Dios en proceso de canonización, junto a un grupo de jóvenes sacerdotes SS.CC., en 1964.
La ceremonia fue presidida por el párroco moderador, René Cabezón ss.cc., junto a los padres Víctor Córdova ss.cc. y Rodrigo Quiroz ss.cc., y los diáconos Raúl Flores y René Alvarado. Con ellos, el altar fue rodeado por las parejas animadoras de cada comunidad y la asamblea reunida.
Dos momentos significativos se vivieron cuando, primero, se dio un reconocimiento a agentes pastoral destacados de las comunidades entre los años 1980 y 1995; y, segundo, al final de la eucaristía con la proyección de un video con un saludo del padre Enrique Moreno ss.cc. desde la ciudad de Manila, Filipinas, que fue ovacionado a su término.
Comedor y albergue
Por la tarde, a las 18:00 horas, el patio posterior de la parroquia acogió otro par de aniversarios. Hacía mucho frío, y mientras algunos se cobijaban al calor de un gran tarro con fuego, en el comedor parroquial y su nueva ampliación comenzó una animada ceremonia por los 3 años del albergue y 15 del comedor.
Entre los presentes, voluntarios, beneficiarios y amigos de instituciones populares, culturales y de gobierno, estaban el nuevo alcalde de la comuna de La Granja, Felipe Delpin y el concejal Sergio Robles.
El conductor de la actividad comenzó nombrado uno a uno, a veces con sus apodos, a hermanos en “situación de calle” que el albergue y comedor acogieron y que ya han fallecido. Pidió un minuto de silencio lleno de fraternidad, solidaridad y agradecimiento.
Más adelante el padre René Cabezón guió la oración de acción de gracias, y Julio Jiménez, encargado del albergue, condujo la entrega de un reconocimiento a personas que han donado su tiempo y vida a estas dos iniciativas parroquiales, y han destacado en todo este caminar por su testimonio y compromiso.
Este invierno recién comienza y el albergue ya acogió a varios hermanos en situación de calle que necesitan cariño, comida y algo más. Las manos son pocas y mucha la tarea, por lo que se realizó un llamado abierto a quienes pueda venir a colaborar. El comedor continúa todas las semanas entregando diariamente alimento a más de cien personas. En esta tarea también se necesita urgentemente ayuda y cooperación.
La fiesta culminó con el canto alegre, y bailable, de un vecino en medio de una convivencia con té, café, empanadas y animada conversación.
Fuente: Comunicaciones parroquia San Pedro y San Pablo