Visitas sudamericanas conocen de nuestro modelo de financiamiento de la Iglesia
Visitas sudamericanas conocen de nuestro modelo de financiamiento de la Iglesia

Desde Perú y Ecuador vinieron a aprender de un modelo permanente, solidario y transparente.

“No hace sentido ni un centavo recibido si no se comprende que cada uno de nosotros somos receptores de una cantidad de dones que nos ha dado Dios gratuitamente para una misión. Por eso compartes tu tiempo, tu talento y tu tesoro para que la Iglesia siga trabajando en el plan de Dios”, explica Ana María Loor, encargada del financiamiento a la Iglesia en Ecuador, de visita en Santiago durante mayo. Su presencia se debe a una invitación del Departamento de Gestión del 1% del Arzobispado de Santiago, para que experimentaran nuestra manera de hacer una campaña.

En el contexto latinoamericano, el modelo de financiamiento de la Iglesia en Chile ha sido permanente desde la separación con el Estado en 1925. Esto llama la atención a las iglesias vecinas y así como visitó nuestra capital la encargada de Ecuador, también lo hizo Patricia García, de la diócesis de Carabayllo en Perú. “Estamos aquí porque el programa del 1% está maduro y nosotros tenemos tanto que aprender –asegura-, sobre todo en la manera organizada de recaudar”. Añade que el dinero no es lo central, “pero es importante para la pastoral. Para nosotros, nuestro principal sueño es tener un Seminario diocesano y ser capaces de mantenerlo”.

Carolina Aguilera, directora del Departamento de Gestión del 1% del Arzobispado de Santiago, explica que en Latinoamérica también causa curiosidad la solidaridad del modelo de financiamiento. “Esto quiere decir que las parroquias recaudan el 1%, se quedan con una parte y entregan lo demás a un fondo solidario que les devuelve fondos a aquellas de sectores populares a través de la congrua (especie de sueldo para los sacerdotes) o de fondos para mantener la labor pastoral de la Arquidiócesis. Esa redistribución es en función a los niveles socioeconómicos de las comunidades”, explicita.

Otro de los temas que las profesionales de Ecuador y Perú destacaron de la experiencia en Chile fue el de la transparencia. “Es difícil pedir plata si no estás dispuesto a decir en qué la gastas. Ahí uno se mete en el tema de la contabilidad parroquial con mecanismos eficientes que permitan transparencia y en eso estamos avanzados”, cuenta Carolina Aguilera y asegura que han dado pasos los deben hacer sentirse orgullosos.

“Somos una Iglesia capaz de decir en qué gastamos el 1%, de contar con recursos económicos para tener personas con dedicación exclusiva para el trabajo pastoral y eso es algo que es atípico. Sin embargo, hay desafíos pendientes como la mantención de los sacerdotes durante su vida laboral y luego cuando son mayores. Y en otros ámbitos también hay deudas, por ejemplo, la escasez de personas consagradas que nos hacen ver que en nuestra sociedad todavía hace falta más el compartir tiempo, talento y dinero”, puntualiza.

Al servicio de Latinoamérica

Carolina Aguilera, directora del Departamento de Gestión del 1%, fue nombrada asesora internacional de la comisión de autofinanciamiento creada por el Consejo Episcopal Latinoamericano. “Los obispos propusieron formar una comisión que pudiera hacer un diagnóstico de lo que sucedía, luego un levantamiento de las experiencias realizadas y entregar lineamientos para ayudarse y crear comunión”.

Fuente: Periódico Encuentro
www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 06 de Junio, 2013

Especiales de Iglesia.cl