Monseñor Fernando Chomali se maravilló de la presencia de tantas personas que asistieron con alegría a la celebración, y que al término de la Eucaristía despidió a cada uno con un fuerte apretón de manos, deseándoles “¡Feliz Navidad!.
Como parte de la liturgia, un matrimonio llevó la imagen del Niño Jesús a las manos del Arzobispo, quien la instaló en un hermoso pesebre ubicado a un costado del altar de la Catedral y que posteriormente, los fieles contemplaron atraídos por el mensaje que entregó el pastor.
“Invito a mirar el pesebre, descubriremos el amor misericordioso de los ojos de Dios, que cura nuestras dolencias y nos da un impulso nuevo en el vivir. Tenemos salir llenos de esperanza, con menores temores y más alegría. Mirando el pesebre podemos ver el sentido de nuestra vida, que es un gran regalo de Dios”, indicó.
Reflexionó respecto a que el mundo está necesitado de fe. “Más de 1.200 millones de personas celebran en el mundo la venida del Hijo de Dios. Hay un gran anhelo de vida espiritual; hay un gran anhelo de fundamentos sólidos en la vida. Y este fundamento es Jesucristo que nació en Belén. Es una alegría sentir que no estamos solos; no somos huérfanos”, señaló y animó a que Dios está en medio de nosotros y nos abre un mundo de esperanza. “Nos enseña a mirar el mundo con los ojos de la fe y nos hace mirar la vida con ojos misericordiosos, con ojos de solidaridad y perdón”, añadió.
Al término de la Eucaristía entregó palabras de aliento para los habitantes de la provincia de Arauco, que en las últimas semanas han vivido actos de violencia. “En la provincia de Arauco estamos empeñados en colaborar para que tenga tiempos mejores; la UCSC está desarrollando grande esfuerzos y además, han llegado dos congregaciones religiosas en una labor evangelizadora que siempre contribuye a la paz. Evidentemente el problema mapuche es un tema de Estado, que hay que resolver entre todos, siempre a través del diálogo. La zona requiere un gran impulso de desarrollo y porque también hay que poner la esperanza en los hijos de los trabajadores, para que tengan un camino de mayor prosperidad. Pero la violencia nunca, porque es no el camino para resolver los conflictos”.
También se refirió al acuerdo que lograron los trabajadores pro empleo de la cuenca del carbón. “Pero pienso que no tenemos que conformarnos con Pro empleo, sino pensar en más, porque no es posible que una familia pueda vivir con 150 mil pesos mensuales. El gran cambio es promover una corriente empresarial que tome en cuenta a los trabajadores como un gran motor de desarrollo”, enfatizó.
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Fuente: Comunicaciones Concepción