Especialmente invitados en esta ocasión a la eucaristía de clausura de la 104ª Asamblea Plenaria, el diácono Enrique Palet Claramunt y su esposa Eliana Araneda les acompañaron en la ceremonia, celebrada en el templo de la casa de retiros de Punta de Tralca y presidida por Mons. Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile.
Fue el mismo Mons. Ezzati quien, en nombre de los pastores, agradeció a Palet por la inteligencia y amor con que realizó su tarea al servicio de la Iglesia, rol que ha concluido en los meses pasado al acogerse él a retiro.
"Hoy día queremos expresarle a él la gratitud de la Conferencia Episcopal por el servicio que nos ha prestado con generosidad y competencia. Junto con agradecerle este servicio especial, queremos pedir para él y para su señora la bendición abundante de Dios, nuestro Padre, que conoce el secreto y que sabe en verdad recompensar en la medida que él sabe hacerlo".
Agregó Mons. Ezzati que los obispos reconocen sincera y fraternalmente que el trabajo desarrollado por Palet "ha contribuido a la misión que la Iglesia ha llevado adelante en Chile para que Jesús sea más conocido, más amado, más seguido, más celebrado y más testimoniado en la vida de nuestro país".
Por su parte, Palet agradeció (escuchar audio) la confianza depositada en él y su esposa por los obispos y sus colaboradores. Recordando los diversos servicios que le fueron confiados en el Episcopado, hizo una especial mención de gratitud por la oportunidad que tuvieron con Eliana de acompañar a los pastores en su última Visita Ad Limina (2008) a la Santa Sede y al retiro espiritual previo que realizaron en Tierra Santa.
"Quiero expresar mi reconocimiento y admiración por el testimonio de entrega al servicio del pueblo de Dios que hemos recibido de ustedes como pastores. Hemos encontrado en ustedes, y en sus antecesores, un ejemplo de ejercicio del ministerio episcopal, del ministerio sacerdotal, y especialmente significativo para mí, también del ministerio diaconal. Gracias a eso he podido comprender más y mejor el amor de Dios a su pueblo expresado en su Iglesia", señaló el diácono permanente.
Y agregó: "Porque conozco sus desvelos y sus enormes responsabilidades como pastores en estos tiempos particularmente complejos, pido al Señor desde el fondo de mi corazón agradecido, que cada día esté más presente en ustedes, iluminándolos con su Espíritu, fortaleciéndoles, ayudándoles, y sobre todo recompensándoles con su compañía, con su alegría, con su ternura y la de su madre. Que Dios les retribuya abundantemente sus innumerables gentilezas, su bondad y su paciencia con este diácono y su esposa, que les apreciamos y que seguiremos estando a su servicio en lo que sea posible".
Tras un caluroso aplauso de los obispos, Mons. Ezzati hizo entrega de un obsequió al diácono Enrique Palet (una imagen de la Sagrada Familia) y un ramo de flores a Eliana Araneda de Palet.
Enrique Palet, diác.
Enrique Palet es descendiente de catalanes. Nació en Concepción el 7 de abril de 1940. Estudió Periodismo en la Universidad de Concepción. Egresó en 1966 y ejerció la profesión periodística en los diarios El Sur y Crónica de Concepción; también en Radio Cooperativa de la misma ciudad.
Fue en la capital penquista donde conoció, a fines de 1961, a quien sería su esposa, Eliana Araneda, profesora y catequista, especializada en Educación de la fe de niños pequeños y en acompañamiento pastoral de las educadoras de párvulos y de los padres de familia. Tras dos años de pololeo, se unieron en matrimonio el 4 de abril de 1964, en la capilla de la casa arzobispal de Concepción. Bendijo el matrimonio el P. Pedro Azócar, ss.cc.
Vivieron en Concepción hasta 1971, año en que se trasladaron a Santiago. En la capital Enrique trabajó en la Corporación de Promoción y Desarrollo Juvenil y fue Director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo. Eliana dedicó varios años a su familia y luego, en 1979, se integró al equipo docente del Colegio Saint George.
El 9 de diciembre de ese mismo año Enrique fue ordenado Diácono Permanente por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago. Fue Secretario Ejecutivo de la Vicaría de la Solidaridad entre mayo de 1981 y marzo de 1989.
Se trasladó junto a su familia a Holanda en 1989, donde permanecieron hasta 1991. En esa nación europea Enrique trabajó como asesor de la Organización Católica holandesa de Cooperación para el Desarrollo.
A su regreso, asumió como Secretario General de Pastoral del Arzobispado de Santiago, cargo que ejerció hasta marzo de 2003. En este período le cupo un rol fundamental en la Misión General (1992) y en el IX Sínodo de la Iglesia de Santiago (1994-1997), y también fue parte de la Comisión nacional del Jubileo del año 2000.
Desde junio de 2002 y hasta septiembre de 2012 fue Secretario General Adjunto para Gestión de la Conferencia Episcopal de Chile, aunque ya desde el año 2000 apoyaba al Episcopado en materias comunicacionales y ejerciendo el rol de vocero. Como Secretario adjunto le correspondió organizar, además de las asambleas plenarias y otras actividades regulares del Episcopado, las visitas Ad Limina de los obispos a la Santa Sede. El año 2008 Enrique y Eliana fueron invitados por la CECh a ser parte de la visita Ad Limina y de un retiro previo en Tierra Santa.
Ha encabezado y sido parte de directorios de diversas instituciones, entre ellas la Fundación de Documentación y Archivos de la Vicaría de la Solidaridad y del Museo de la Memoria.
Ha asistido como diácono al Papa Juan Pablo II en la beatificación de Teresa de Los Andes (Parque O’Hiigins, Santiago de Chile, 1987) y al Papa Benedicto XVI en la canonización de Alberto Hurtado (Vaticano, 2005).
Como matrimonio han colaborado en las parroquias Inmaculada Concepción y Juan XXIII (hoy San Juan) de Vitacura, Santa Bernardita, Nuestra Señora de las Mercedes de Los Castaños, San Pedro de Las Condes, la Parroquia Hispanoparlante de Rotterdam y actualmente en La Natividad del Señor, en La Reina.
Fuente: Prensa CECh