La hermana Blanca Aurora Bejarano Salinas, misionera servidora de la palabra que estuvo por 5 años cumpliendo misión en nuestra diócesis, partió a su tierra natal para recibir los votos perpetuos en su congregación. Es una entrega total a Dios, según nos cuenta.
La hermana Blanca nació en Queréndaro, Morelia, Michoacan, hija de don Genaro y de doña Elvira, tiene 7 hermanas y un hermano.
Es una responsabilidad muy grande ser misionera, es darse completamente al mundo, es una manifestación de Dios, donde Dios nos elije para Él.
Se encuentra en Chile desde el 2 de Noviembre de 2007 y al partir no sabe si vuelve, aunque le dieron fecha de vuelta el 9 de Noviembre, solo sus superiores determinaran si vuelve en esa fecha o la destinan a otra nación.
Agradeció la hospitalidad de los chilenos especialmente a los de la diócesis de Santa María a quienes conoció muy de cerca durante estos más de cuatro años que estuvo con nosotros y resaltó la solidaridad de nuestro país.
Al despedirse recuerda con cariño a los sacerdotes con quienes ha trabajado, especialmente a los padres Gustavo Valencia, Sergio Ortega, Rodrigo Vilches, Omar Muñoz y un especial recuerdo y agradecimiento a monseñor Felipe que lo considera un pastor, un obispo cerca de su pueblo que se preocupa mucho por la evangelización, por el amor a la eucaristía, e invita a “todos a que amen a Cristo eucaristía, El siempre está ahí esperándonos, y que todos nos sintamos responsable de la evangelización, dar a conocer a este Cristo que está vivo entre cada uno de nosotros, entre nuestros hermanos y que esa biblia que cada uno tiene en su casa sea capaz de abrirla y encontrarse con Dios que respira y Dios que nos ama”.
Fuente: Radio Regina Coeli - www.reinadelcielo.cl