Monseñor Gaspar Quintana celebró Te Deum en la Catedral de Copiapó
Monseñor Gaspar Quintana celebró Te Deum en la Catedral de Copiapó

Diversos aspectos de la vida nacional y regional tocó el Obispo, Monseñor Gaspar Quintana, en su homilía de celebración del Te Deum Ecuménico en la Catedral de Copiapó.

La celebración contempló el testimonio de una joven acerca de su vida de fe, y otra joven que puso un ramo de flores como ofrenda a los pies de la imagen de la Virgen del Carmen.

Haciendo una invitación a mirar la historia, el Obispo señaló en su mensaje una preocupación por “el descrédito o desconfianza en que han caído diversas instituciones, entre ellas la misma Iglesia” y del “descontento frente a los actores sociales”, que deben hacer pensar “a las autoridades y a la ciudadanía en general, dónde está la raíz de nuestros problemas”. Sin embargo, también destacó “con serena alegría cómo va madurando en el alma nacional, entre aciertos y errores, el respeto irrestricto por la dignidad de cada persona humana”.

El Obispo hizo un recuerdo del rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José, a propósito del memorial bendecido recientemente y que recuerda este accidente, destacando “la intervención positiva de las autoridades, el aporte eficiente de los profesionales, el apoyo generoso del voluntariado, la oración paciente y fervorosa de las familias y de tanta gente de Chile y del mundo”, y las tareas que persisten en temas laborales para evitar que estos hechos se repitan.

"Los pobres no pueden esperar"

Don Gaspar se refirió a los nuevos rostros de pobreza, como “a los ancianos, a los que están solos, a los abandonados, a los excluidos, a los que son minorías pasadas a llevar o pertenecen a pueblos originarios mirados en menos” y agregó que “no debemos permitir que la polémica surgida a propósito de la encuesta Casen nos haga olvidar lo más importante: que los pobres no pueden esperar. Ellos deben ser la preocupación principal”.

"Seguimos con interés temas como Freirina, Punta Alcalde, Castilla y Pascua Lama"

Sobre temas medioambientales, el Obispo llamó a cuidar “la casa común”, e hizo referencia a proyectos energéticos que han generado polémica en la región, diciendo que “existe la impresión de que muchos macroproyectos económicos que se ven de gran utilidad para el país, parecen haber sido diseñados sin tener en cuenta todos los aspectos relacionados con un posible impacto negativo en la vida humana”. “No es ningún secreto –agregó- que seguimos con gran interés y preocupación el desenlace de los acontecimientos que han sucedido en nuestra Región, como Freirina, Punta Alcalde, Castilla y Pascua Lama”.

Condolencias a Carabineros

En el año de la Misión Joven, el Obispo se refirió a la educación como un proyecto integral, que exige “un vínculo de coherencia en valores para una vida que sea en verdad profundamente humana, abierta a la trascendencia, a la solidaridad y a una propuesta de desarrollo global bien entendido”, para que la juventud “aprenda a vivir con un recto uso de la libertad, sin ningún tipo de violencia, aceptando la diversidad de personas y opciones, en la búsqueda del bien común”.

El Pastor también expresó sus condolencias a Carabineros “por el nuevo mártir de la institución, el cabo Cristián Martínez Badilla, a quien el Dios de la vida acoja en la gloria de su reino en el cielo”

Despedida

Un emotivo momento se vivió cuando, en la parte final de su mensaje, el Obispo se despidió de las autoridades y de la región, por el inminente nombramiento de un nuevo Obispo para la diócesis. Agradeció en primer término a las autoridades y los animó a “que sigan prestando su generoso y cualificado aporte a los hombres y mujeres de esta Región, especialmente a aquellos que están con mayores necesidades de vivir dignamente”. “A los sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos y religiosas y agentes pastorales –dijo don Gaspar- les agradezco su colaboración en la tarea de conducir, enseñar y santificar a los que son pueblo de Dios a través de su palabra y testimonio de vida” y finalmente, “a la ciudadanía de Atacama, familias, niños, jóvenes, adultos y ancianos, a los profesionales y trabajadores, a los pobres y enfermos, a los que están privados de libertad, agradezco de corazón su acogida. Pido de corazón su comprensión frente a mis errores o fallos durante los once años que el Señor me regaló en estos hermosos valles y desiertos”.

La celebración incluyó la oración por diversas intenciones todas en torno a las necesidades de la patria, y la posterior entonación del Himno Nacional.

- Texto completo de la homilía

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 18 de Septiembre, 2012
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