Monseñor Fernando Chomali presidió Misa a la Chilena en complejo penitenciario de Concepción
“Este es un día muy importante para Chile y, evidentemente, las personas que están y que trabajan en El Manzano, son chilenos y hemos querido ofrecerles una misa a la chilena para rezar por ellos y sus familias. Este es un testimonio de que la Iglesia está cerca de las personas que sufren”, afirmó el Arzobispo, luego de entregar los equipos para apoyar la recreación de los jóvenes privados de libertad.
Monseñor Chomali dijo que “con la Pastoral Penitenciaria hemos querido hacerles ver que están en nuestro corazón y queremos hacerles la vida un poco más agradable, con este gesto”. Agregó que éste acto se inserta en el contexto del compromiso que la Iglesia de Concepción asumió con el Ministerio de Justicia y con Gendarmería de contribuir en el proceso de rehabilitación.
El arzobispo reflexionó respecto a “lo que va a salvar al mundo es la solidaridad. El mismo Papa ha dicho que el amor es un motor de desarrollo, y estas son muestras de amor importante a personas que no tienen nada, que han perdido su libertad, pero no han perdido su dignidad”, recalcó.
El Director Regional de Gendarmería, coronel Eleuterio Cofré del Pino, manifestó que “estas acciones son muy importantes, porque significa que no estamos solos. Se encuentra aquí la población penal, en un tiempo complicado para ella y para su familia. Pero la Iglesia y Monseñor Chomali están sumando cada día más gente a esta campaña de solidaridad, para que todos estemos por la reinserción. Esta gente necesita oportunidades y hoy es una muestra palpable. Monseñor se comprometió a donar un TV, cuando inauguramos una biblioteca y, hoy, lo hace concreto”, señaló.
Un fuerte aplauso selló el acto de entrega de los equipos y en los rostros de los numerosos jóvenes presentes en el gimnasio del complejo, reflejaban la alegría.
Posteriormente, Monseñor dio inicio a la celebración de la eucaristía y un animado conjunto folklórico animó los cantos, que terminaron, al final de la misa, con un pie de cueca que fue bailado por uno de los jóvenes, mientras sus compañeros lo aplaudían con entusiasmo.
En su homilía, Monseñor Chomali expresó que “El Manzano está en el corazón y en la vida de la Iglesia de Concepción. Estamos atentos a ustedes para poder entregarles lo mejor que nosotros tenemos, que es el anuncio del Evangelio”. Por ello, agradeció a quienes hicieron posible la celebración (sacerdotes, conjunto folklórico, Gendarmería.
“Quisiera decirles que el hecho que ustedes estén privados de libertad, no significa que han perdido su dignidad y tampoco significa que sean chilenos de segunda categoría. Son chilenos a todo título que merecen lo mejor de nosotros”, continuó.
Dijo que es un convencido que “si ustedes están aquí y han cometido un delito ha sido porque cuando jóvenes o cuando niños no tuvieron las oportunidades que debió darles la sociedad. Tal vez, con otras circunstancias, no estarían acá y como ustedes están en deuda con la sociedad, también nosotros estamos en deuda con ustedes”.
Indicó que “nos hemos comprometido para trabajar arduamente para que si ustedes han tenido que vivir acá, ya sus hijos nunca más tengan una situación como la de ustedes. Y esta es responsabilidad de todos nosotros y nos hemos comprometido con esta tarea. También quisiera decirles que el mensaje que traemos es un mensaje de esperanza. Siempre podemos empezar de nuevo. Y creo que el 18 de Septiembre es una muy buena oportunidad para preguntarse qué es lo que nosotros podemos entregar a nuestro país. Estamos procurando dar todas las instancias de estudio, colaborando, para que ustedes puedan insertarse a la vida social”.
Monseñor enfatizó que el compromiso como Iglesia no es asumido “como un deber de caridad. Que les quede muy claro: lo hacemos por un deber de justicia. Ustedes son los predilectos del Señor, y son los predilectos de la Iglesia. Espero que ustedes vean a los agentes pastorales y a quienes colaboramos en la tarea evangelizadora en este lugar como sus hermanos”.
Concluyó su mensaje, manifestando que “la primera obligación de la Iglesia es rezar y hablar con Dios. Ustedes están en el corazón de la Iglesia y siempre rezamos por los encarcelados y los perseguidos y lo hacemos también por Gendarmería para que este lugar se convierta en un espacio de bien y de humanidad; y crean que esto es posible”.
Fuente: Comunicaciones Concepción