Monseñor Ezzati llama a construir en comunión y fraternidad en el Día del Migrante
Monseñor Ezzati llama a construir en comunión y fraternidad en el Día del Migrante

Con una emotiva y colorida celebración la Iglesia de Santiago conmemoró esta fecha el domingo 2 de septiembre. En ella participaron personas provenientes de América, Europa, Asia y África que viven en nuestro país.

Por Fabiola Aburto

Hasta la Parroquia Italiana y Latinoamericana llegaron masivamente migrantes, muchos de ellos con sus banderas y trajes típicos, para celebrar este día. Algunos de los países presentes fueron Guatemala, Perú, Colombia, República Dominicana, Democrática del Congo, Estados Unidos, Francia, Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Polonia, Haití, China, Corea, Italia y Argentina.

Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, quien presidió este misa organizada por el Instituto Chileno Católico de Migración (INCAMI) se refirió a su sentido: “La Iglesia celebra este día para tener presente esta realidad social que es la migración, para tener presente los valores que tiene, porque nos ayuda a integrar, a ser más acogedores, a ser un pueblo que se enriquezca culturalmente de los demás”.

El Arzobispo de Santiago también habló de los desafíos que este fenómeno nos plantea. “La migración tiene su dimensión problemática, no siempre somos tan abiertos para ofrecer dignidad, no siempre estamos abiertos para construir comunión y fraternidad. Entonces este día damos gracias a Dios que nos ha hecho una familia grande con dones diversos, con experiencias diversas y también es un día de reflexión y oración para pedir al Señor que el migrante pueda encontrar, en cada lugar donde llega, espacios de acogida y de compresión”.

En este punto se refirió también a la preocupante realidad que viven otras naciones, como es el caso de España. “Sabemos que en muchas partes del mundo los migrantes no son bien vistos, hay noticias que nos vienen de Europa, donde en algunos países debido a la crisis económica se les quita a los migrantes el derecho a tener una salud adecuada”, expresó.

También el vicepresidente ejecutivo de INCAMI, el sacerdote scalabriniano Idenilso Bortolotto, se refirió a la importancia de abordar el fenómeno de la migración en sus diferentes dimensiones. “El lema de este año es Migración y Juventud, donde se invita a la acogida, a abrir ciertas estructuras para que puedan ser recibidos los migrantes. Este año en especial se va a enfocar sobre todo pensando en el proyecto de la nueva ley de migración, para que sea un espacio de construcción y de debate con la sociedad y en eso la Iglesia tiene una voz y mucho que decir, porque hace más de cincuenta años que viene acompañándolos”.

Un momento emotivo en la eucaristía fue cuando personas de distintos países presentaron sus ofrendas vestidas con sus trajes típicos. Frutos, pan, café, alimentos, recuerdos e imágenes religiosas fueron algunas de ellas. Esto acompañado por un coro latinoamericano que cantó canciones religiosas tradicionales de los distintos lugares.

Al finalizar monseñor Ezzati bendijo la bandera de la paz, representando a todos los migrantes del mundo.

En recuerdo de la tragedia de Juan Fernández

Luego de la Eucaristía el Arzobispo de Santiago recordó a quienes murieron en este accidente aéreo. “La muerte de estos ciudadanos no brotó de motivaciones egoístas, sino que tuvo como raíz la solidaridad. Nadie ama más que quien da la vida por sus hermanos dijo Jesús. Creo que la entrega de hermanos que querían ofrecer su ayuda técnica y profesional para avanzar en el camino de la reconstrucción es un buen ejemplo para nosotros”, expresó.

Encuentro multicultural

En la celebración del Día del Migrante varios de ellos compartieron lo que significa vivir en Chile. También disfrutaron de sus comidas y bailes folclóricos en un actividad que duró toda la tarde del domingo.

Ederley Serrano: Es albañil y vive hace 7 meses en Chile, llegó solo, ya que su familia quedó en Colombia. Aunque fue difícil dejarlos se ha ido adaptando. “Los extraño, pero gracias a Dios encontré trabajo en la construcción recién llegado a Chile”.

Rosmey Loarte es de Perú y hace varios años vive en Chile con su familia. Junto a su marido Wilmer Velásquez coordinan desde el año 2004 la comunidad de la Virgen de las Mercedes. Ella destaca la importancia de la fe cuando se está fuera del país. “Mantener las costumbres culturales y religiosas nos ayuda mucho espiritualmente a la familia, a convivir, a conocernos más, a ser más cristianos”. A lo que Wilmer agrega: “Mi papá y mi mamá fueron devotos de ella y nosotros mantenemos esas tradiciones. Acá la volvimos a crear con compatriotas y amigos del Perú. Somos 16 familias que nos reunimos permanentemente”.

Marisela Polanco es de República Dominicana y este mes cumplirá un año en Santiago. Tiene 22 años y vino sola. En su país cursaba una licenciatura en contabilidad. Para ella ha sido difícil laboralmente porque ha tenido problemas con sus papeles y no se ha podido legalizar. Sin embargo, Marisela comparte que le gustaría quedarse en Chile y traer a su hija de 5 años.

Silvina González y David Lajara: Son novios y participan activamente de la comunidad latinoamericana. Ella es de Paraguay y él de Perú y se conocieron en Chile hace algunos años. “Nos gusta compartir con personas de distintos países, conocer sus costumbres, sus orígenes y respetamos eso porque es bonito”, cuenta él.

Lilian Médez, es cónsul de Nicaragua en Chile, y participó activamente con su colectividad. “Vengo a acompañar este momento donde todas las comunidades que vivimos en Chile nos encontramos y nos conocemos. Celebramos este día que es importante en este país que nos ha acogido. Para mí es un momento de participación con nuestros compatriotas, ya que septiembre es también el mes de la patria en Nicaragua”.

Ana María Franzao es de Brasil y está vestida de bahiana, la acompañan otras compatriotas vestidas con una prenda gaucha, traje típico del sur de ese país. Para Ana María este día es la conmemoración de la paz. “Nosotros estamos siempre participando de la comunidad. Vivir en Chile me gusta bastante y sus personas también, lo único que no me gusta mucho es el frío, pero en estos 3 años me he acostumbrado”.

Elizabet Canahuat, es de El Salvador y preside la colectividad de ese país, de la que forman parte más de 500 personas. Ella destaca lo que significa este día. “Es muy importante, porque aquí nos reunimos todos los extranjeros que estamos trabajando por la integración latinoamericana. Estamos muy agradecidos de la Iglesia que nos está apoyando en este proceso”, comentó.

Fuente: Comunicaciones Santiago - www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 03 de Septiembre, 2012
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