Después de una serie de trámites legales, la bebé llamada María Alfonsina, fue despedida en una emotiva celebración eucarística realizada el viernes 17 de agosto en el mismo templo donde fue abandonada, que fue presidida por Monseñor Horacio Valenzuela, y contó con la participación de numerosas personas de Curicó que repletaron la iglesia.
Haciendo referencia a la celebración de San Alberto Hurtado, en su homilía nuestro Pastor expresó “hoy es día de solidaridad y ¿qué es la solidaridad? Es esa fuerza divina en el alma que nos hace luchar por el bien de los demás, la solidaridad hace que una persona sienta como propio el dolor ajeno y actúe en consecuencia, el solidario le dice al que sufre tu dolor me duele. Solidaridad -queridos hermanos y hermanas- es luchar y sufrir por la dignidad y la vida de los demás, la solidaridad nos hace compañeros de trabajo del mismo Dios, porque es tratar de que nada le falte a nuestro hermano para sentirse amado, solidaridad es ser para los demás, la mano dulce y firme de Dios que cuida, que alimenta, que cobija”.
Más adelante, recordando lo ocurrido con la recién nacida afirmó: “Curicó entero quiere decirle hoy a María Alfonsina que su vida ha sido un regalo del Señor y que quedará en nuestra conciencia haciéndonos bien. Queremos decirle que nos importa y nos impacta su cortísima historia, que su paso por este mundo no ha sido en vano, que ella nos ha dicho tantas cosas sin decir una palabra; que no perderemos el tiempo buscando a los culpables de su muerte porque de alguna manera todos lo somos porque amamos con medida; decirle a ella que hemos escuchado su llanto y que haremos lo posible para que nada le falte a tantos que, como ella, no son bienvenidos en esta sociedad”.
“Queremos decirle a María Alfonsina que vamos a trabajar por una sociedad materna, que sea más madre, mejor madre para tantos niños que todavía no nacen y a los que no les espera la ternura y el cuidado de una familia. Queremos decirle a esta niñita que su llanto que nadie oyó nos hará despertar del sueño de la indiferencia por el dolor y el abandono ajenos, su llanto nos hará despertar”, recalcó el Obispo de Talca.
Culminada la Misa el cortejo fue acompañado con gran cantidad de personas hasta el cementerio Parque Curicó en donde descansa el pequeño cuerpo de María Alfonsina.
Fuente: Comunicaciones Talca