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Toda la comunidad escolar, profesores, formadores, padres, apoderados, personal administrativo, encabezados por la directora, María Eliana Rebolledo, y los mil 470 alumnos desde pre kínder hasta 4° medio, participaron con alegría y devoción de la liturgia, que contó también con la presencia del director ejecutivo de la Fundación Belén Educa, Juan Enrique Guarachi. Esta entidad posee 8 colegios en Santiago y tiene por finalidad impartir educación de calidad en sectores de menores recursos económicos.

El colegio Cardenal Fresno es el tercero de ellos y está instalado en un sector de mucha pobreza, donde había mucha delincuencia. La directora del establecimiento, María Eliana Rebolledo, señaló que “este colegio ha sido un gran aporte a esta comunidad. Aquí había un sitio eriazo, una cancha de fútbol y cuando se empezó a construir la gente estaba feliz, porque hemos ofrecido oportunidades a niños que no las tenían. Por ejemplo, la educación técnico profesional que nosotros impartimos, tenemos un taller de construcción y hay niños que salen de acá con muy buenas prácticas y trabajando”.

Al inicio de la eucaristía, monseñor Ezzati se refirió precisamente a estos logros sociales y educativos del colegio en este barrio de Puente Alto: “He escuchado algunos de los milagros que se han realizado a lo largo de estos diez años, pero el milagro más grande es el grupo de jóvenes, de niños y niñas que aquí se han formado para encontrar el sentido más bello de la vida. Este es el milagro que Dios quiere para cada uno de nosotros, que encontremos en Él, en la educación cristiana que Él nos propone vivir, el proyecto hermoso de una vida feliz, que se realiza en la fraternidad y en la solidaridad con todos”.

Luego, en la homilía, el arzobispo agradeció a Dios el regalo de este colegio, que hace diez años era sólo una capilla donde se reunieron los primeros padres que dieron vida a la comunidad escolar “que ya tiene frutos abundantes y que no dejará de dar frutos en el futuro”.

Ser como niños, derribar la soberbia y construir la solidaridad

Señaló a los niños que “Dios, a través del proceso educativo que están recibiendo, les está enseñando el don bello de la vida, cómo cultivar ese don para que cada uno de ustedes llegue a la estatura alta del mismo Hijo de Dios, y para que junto con los demás puedan construir un país digno del hombre y digno de hijos de Dios”.

Más adelante, monseñor Ezzati precisó que la tarea de educarse “es transformar la vida del hombre, de la mujer no en cosas feas, sino en la maravilla que Dios ha querido para nosotros”. Luego, el pastor se preguntó cómo lograr esa transformación de la vida, del entorno donde “podamos crecer no sólo materialmente sino también en la capacidad de construir algo hermoso para los demás”. Y respondió que “el Evangelio nos dice que hay que hacerse como niños, es decir, derribar nuestra soberbia, aprender a poner nuestra mano junto a la mano del otro, aprender a construir en solidaridad, en comunión, como lo hacen los niños cuando juegan y participan del juego haciéndose parte los unos y los otros del mismo juego”.

El Arzobispo de Santiago calificó la iniciativa que lleva a cabo la Fundación Belén Educa como “una intuición del Espíritu” para trabajar en sectores desafiados por la pobreza con su proyecto educativo de calidad.

El colegio Cardenal Juan Francisco Fresno es técnico profesional y ofrece las especialidades de Gastronomía, Telecomunicaciones y Construcción. Ésta última es la única que la fundación ofrece en sus 8 establecimientos.

Fuente Departamento de Comunicaciones – www.iglesiadesantiago.cl

 10 años de Colegio Cardenal Fresno