"Sólo Dios tiene el pan que da sentido a la vida y sacia el hambre del ser humano"
"Sólo Dios tiene el pan que da sentido a la vida y sacia el hambre del ser humano"

Así lo afirmó monseñor Ricardo Ezzati durante la misa que presidió este domingo 29, en la parroquia Nuestra Señora de la Visitación, en la Ciudad Satélite, comuna de Maipú, donde centenares de fieles dieron una cálida acogida al pastor.

Antes de inciar la eucaristía, el párroco, padre Alfonso Ríos, expresó su “inmensa alegría” y la de toda la comunidad parroquial por esta visita del Arzobispo de Santiago, a quien le dio la bienvenida.

Monseñor Ezzati manifestó también su alegria “de compartir con ustedes en este domingo lo más grande que el Señor nos ha regalado, el ser una comunidad reunida en su nombre, su Palabra, que vamos a escuchar, y el Cuerpo y la Sangre de su hijo, que vamos a compartir”.

En la homilía, se referió a los textos bíblicos de este domingo sobre dos milagros de multiplicación de panes, uno en el Antiguo Testamento y otro del Evangelio. El arzobispo destacó cuatro aspectos como enseñanzas de este hecho, que con pocos panes come una multitud y sobra. Primero, “el pan vivo, el pan que sacia la vida de todo hombre y de toda mujer, el pan que da sentido a la existencia humana no es solamente el pan material”, afirmó. Agregó que Jesús nos ayuda a descubrir que “es solamente Dios el que da sentido, el que sacia el hambre y la sed que hay en el corazón humano”.

La segunda enseñanza de los dos textos mencionados, dijo “es la desproporción que existe entre lo que nosotros somos y tenemos y lo que Dios actúa en nosotros. Veinte panecillos para cien personas; cinco panes y dos pescados para cinco mil personas”. Dijo que ese poco, humanamente hablando, que se pone en las manos de Dios, “el Señor lo multiplica para que alcance para muchos”. Y se preguntó: ¿Quiénes somos nostros para tanta gente? ¿Qué posibilidad tenemos de evangelizar, de llegar con el mensaje salvador de Jesús a tanta gente? El Señor lo que nos pide es que pongamos en sus manos lo poco, la miseria que somos, y lo pongamos todo en sus manos, seguros de que la obra del Espíritu actuará también a través de nuestra pequeñez, para satisfacer el hambre de Dios de toda la gente”. Invito a no tener miedo a la desproporción “entre lo que nosotros somos y lo que Dios puede realizar”.

Jesucristo multiplica la solidaridad

En tercer lugar, monseñor Ezzati destacó la solidaridad del joven que entregó los cinco panes y dos pescados para su propia alimentación, lo que permitió el milagro de Jesús en favor de cinco mil personas. “¡Qué alegría tan grande tiene que darnos saber que nuestra entrega, nuestra donación se vuelve un gran servicio de solidaridad y de caridad para todos!”, dijo el arzobispo. Finalmente, resaltó que ambos relatos de multiplicación de panes terminan señalando que había sobrado pan. Sobreabundancia, expresó el pastor “que no nace del egoismo, no nace del pensar solamente en nosotros, nace de abrir el corazón a la solidaridad y a las necesidades de los demás”.

Monseñor Ezzati animó a la comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Visitación para que sienta “de verdad que el Señor ha puesto en sus manos dones de inteligencia, de gracia, de amor, de solidaridad y que esos dones él los tiene que multiplicar, para que muchos lleguen a participar del Reino que Jesucristo mismo ha comenzado con su preocupación y su obra de amor”.

Después de la misa, el Arzobispo de Santiago compartió un ágape con la comunidad parroquial en los patios interiores, donde muchos pudieron saludarlo personalmente y fotografiarse junto a su pastor.

Fuente Departamento de Comunicacioneswww.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 29 de Julio, 2012
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