Arzobispo de Concepción da a conocer impactante realidad de los jóvenes
Arzobispo de Concepción da a conocer impactante realidad de los jóvenes

“Los jóvenes tienen un gran anhelo de trabajar, de amar y de integrarse a la sociedad” sostuvo monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción, en la conferencia “En qué están los jóvenes y por qué”, que convocó a un masivo público que copó el Aula Magna de la UCSC.

Dijo que lamentablemente la estructura social actual no los ayuda. “No tienen los soportes para ello, en primer lugar, hay muchos jóvenes que son muy pobres, porque no tienen recursos ni para estudiar o trabajar, y eso es ya un problema. Hay muchos que tienen estudios poco formales y también hay casos de familias cada vez más pauperizadas. Entonces, la propuesta mía es promover la familia a través de políticas públicas, porque en el corazón de todo ser humano hay un anhelo de amar, de ser amado y de participar en la sociedad, de ser incluido y, en segundo lugar, Chile es un país que ha crecido mucho que es valorable, pero la distribución del ingreso deja mucho que desear. Por lo tanto, mi llamado es a una mayor solidaridad de todos los actores de la sociedad, con los jóvenes de nuestro país”, subrayó.

Entre los aspectos que tocó en su intervención, Monseñor Chomali planteó que “esto no puede quedar en un discurso; aquí, cada uno tiene que hacerse la pregunta qué hago con los pobres, preguntarse qué hago yo por los demás y de qué manera yo me comprometo con las personas más necesitadas”.

Enfatizó que se trata de una tarea urgente y de todos. “Urge preocuparse y ocuparse de los jóvenes a todo nivel. Es una invitación a los adultos, pensar qué futuro le vamos a dar a las generaciones que vienen. La sociedad será lo que son los jóvenes hoy”.

Indicó que “no hay espacio para la indiferencia y espero que después de esta reunión, salgamos preguntándonos “qué voy hacer yo”. Habló de la situación matrimonial en Chile que es muy compleja, recordando que en 1990 había 104 mil matrimonios civiles y 2009 disminuyeron a 57 mil. “Es decir hay una baja similar al 40 por ciento. Este año hubo 53 mil divorcios. Esto tiene un tremendo impacto en un hogar separado o divorciado”, comentó, agregando que “hoy son más las personas que quieren vivir solas; hay muchas más personas que quieren convivir y que quieren hijos solos o solas. Hay muchas parejas que conviven y no quieren hijos. A ello se suma que la natalidad ha descendido bruscamente. En 1952 era de 30 por cada mil habitantes y hoy, 14,8 por mil habitantes”.

Sostuvo que los jóvenes tienen hoy más cosas, pero están más solos. “Cada vez nacen más niños fuera del matrimonio. No hay niños ilegítimos. Cada niño es un regalo de Dios, pero claramente hay padres irresponsables. La pregunta es ¿quién se preocupa de educar a los jóvenes en el sentido verdadero que tiene la paternidad?”, precisó.

Hizo notar que en Chile se denuncian anualmente 10 mil abusos sexuales al año. “Esto tiene que ver con la sociedad que estamos construyendo y vemos una gran distancia entre el desarrollo económico y lo que pasa al interior de los hogares. Esta no es tarea de carabineros o Investigaciones, sino tarea de todos de construir personas pacíficas. Este es un problema cultural de fondo”, aseveró.

Asimismo, recalcó que Chile es un país donde los jóvenes consumen mucho alcohol. Dijo que entre los 12 y 18 años se registra un 31,1 por ciento y entre 19 y 31 años, un 75 por ciento, por lo que estimó que se requiere un análisis muy serio, para liderar un proyecto de vida para ayudar a los jóvenes a que asuman su responsabilidad y no se destruyan.

Planteó que el aumento de casos de VIH y SIDA es producto del tipo de sexualidad que se promueve. “Debemos preguntarnos de qué manera nos hacemos cargo de la sexualidad de los jóvenes”, añadió.

Recordó que 670 mil jóvenes no estudian, no trabajan y no buscan trabajo, por lo que llamó a promover la educación en Chile para ofrecer mejores oportunidades. “Esta es una gran herida que tenemos. Chile ha crecido mucho, pero no podemos quedarnos sólo en los números, sino también son personas. Todos tenemos que hacernos cago como país”, opinó, haciendo hincapié en la problemática del embarazo adolescente y los miles de jóvenes imputados “¿Cómo nos hacemos cargo de esto como sociedad?”, indicó.

Entre los múltiples aspectos de su conferencia, Monseñor abordó el tema de la religiosidad de los jóvenes. Manifestó que según estudios, un 50% no va a misa y otro 50% tiene inquietud religiosa. “La religión tiene que ver con el servicio público; la fe no es nunca algo aislado, la fe es una manera de cómo la persona se manifiesta dentro de la sociedad. Insisto que el mejor servicio que podemos hacer es anunciar a Jesucristo porque le da sentido a la vida a estos jóvenes. Hoy los jóvenes necesitan más que maestros, testigos. Es impresionante cómo los jóvenes están observando a todos los líderes, ya sea a los obispos, a los sacerdotes y a los que ostentan cargos públicos y la manera de cómo actúan. El que tiene un cargo público se convierte automáticamente en un educador”, argumentó.

En su análisis, detectó que otro de los problemas que enfrentan los jóvenes endeudados, son las deudas. Expresó que más de un millón de jóvenes está endeudado y un 50% no tiene capacidad para asumir sus deudas. “Es lamentable que la mayoría no está endeudada por sus estudios, sino por las casas comerciales. Esto tiene que cuestionar muchísimo la manera cómo se promueven los productos. De hecho, sobre el marketing grava una responsabilidad social que lamentablemente no es muy cuestionada”, subrayó.

Finalmente, el Arzobispo se refirió que cuando a los jóvenes se les consulta ¿qué quieres para ser feliz? Dan como respuesta su anhelo de estudiar, trabajar y tener una familia. “Esto es indestructible. El gran desafío es generar políticas públicas, educacionales, sociales y económicas para que los jóvenes puedan casarse y tener un trabajo. Es ahí donde se fraguará el destino de nuestro país. Les aconsejaría a los que tienen responsabilidades políticas que promuevan la familia, el matrimonio, y fuentes laborales. Será la única manera de acortar las brechas. Les pido que cada uno de nosotros se ponga la mano en el corazón y piense de qué manera me hago cargo del problema de los jóvenes que es una tarea urgente”, concluyó.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 06 de Julio, 2012
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