A raíz de la conmemoración de la creación del Colegio de Periodistas de Chile, un 11 de julio del año 1956, y la reciente celebración de la Jornada Nacional de las Comunicaciones Sociales, el pasado domingo 3 de julio, el Obispo de Aysén valoró la importante y decisiva labor que desempeñan los periodistas y comunicadores sociales de la región; animándolos a actuar conforme a la verdad y el bien común.

En este sentido, Monseñor Luis Infanti envió sus felicitaciones a todos los periodistas, "a todas las personas que trabajan en los medios de comunicación social por la importante labor que realizan, especialmente en nuestra región. Además quisiera enfatizar el mensaje que el Santo Padre ofrece a los comunicadores sociales este año, que es un llamado a que cada comunicador sea amante de la verdad”.

Explicó, que más allá de favorecer una visión personal de la realidad, el periodista debe extraer y dar a conocer la verdad que aflora de las preocupaciones y las necesidades de las personas más desprotegidas y pobres; ya que estos tienen menor capacidad, acceso y poder para plantear sus problemáticas y necesidades.

Asimismo, el Obispo de Aysén enfatizó el rol de servidor público del comunicador social, explicando que éste “está llamado a ayudar a la sociedad a tomar conciencia de los problemas sociales”; y también a “favorecer a través de las noticias, de los comentarios y de la metodologia comunicacional, la solidaridad entre las personas y los pueblos, la esperanza, el optimismo y el diálogo. Favorecer en una palabra, que el amor de Dios se haga presente y actuante en nuestra sociedad”, puntualizó.

Palabras especialmente dirigidas a los periodistas y comunicadores sociales cristianos, tuvo el Pastor de la Iglesia de Aysén al señalar que estos tienen la responsabilidad “de ampliar y transmitir los valores que Cristo ha venido a proponer a nuestra sociedad”. En este sentido, destacó la figura de Alberto Hurtado como el ejemplo del comunicador cristiano, que fue capaz de inyectar a la sociedad la capacidad crítica para no sólo ver los problemas, sino también motivar a las personas a actuar frente a esas problemáticas sociales.

Finalmente, el pastor recalcó que desde hace tiempo la Iglesia ha tenido una preocupación especial por los medios de comunicación social, ya que ha visto en ellos el enorme potencial que poseen en miras de favorecer “la comunicación para la comunión” entre los pueblos, las religiones, las personas, las culturas y las ideas. Pero para lograr este objetivo -reconoce- se requiere responsabilidad y trabajo cada día de los propios comunicadores sociales, quiénes deben ser éticamente íntegros para lograr esta labor tan esencial.

Fuente: Comunicaciones Aysén