Todos los católicos somos co-responsables en sustentar económicamente la misión de nuestra Iglesia
El Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Ricardo Ezzati, explicó que el aporte del 1% tiene su fundamento, primero, en que la Iglesia es la comunidad de todos los bautizados. “Compartimos lo que somos y lo que tenemos, nuestros bienes espirituales, la gracia, las bendiciones que nos vienen de la Palabra de Dios, los sacramentos... Y también compartimos los afectos, la comunidad fraterna y, por supuesto, las necesidades”.
En este sentido, el Arzobispo aclaró que la participación del 1% no tiene una primera finalidad en lo económico. “La primera finalidad es educar a esta comunión profunda que se manifiesta también en las necesidades materiales. Que los miembros de esta comunidad tienen estas necesidades materiales y, sobre todo, deben realizar y cumplir su misión de evangelización, de promoción de la caridad y de la solidaridad, y también para realizar sus obras sociales”.
Monseñor Ezzati también destacó que esta visión está internalizada en muchos católicos, pero que aún tiene que madurar en la conciencia de todos los fieles. “Y la campaña del 1% tiene fundamentalmente esa finalidad, que la conciencia de pertenecer a la comunidad de la Iglesia crezca. Y, por consiguiente, crezca también la conciencia de la responsabilidad que nos cabe a todos de aportar con aquello que la Iglesia necesita para realizar su misión”, afirmó.
Sobre la relevancia que tiene el aporte del 1%, el Presidente de la CECh, señaló que es la forma de financiamiento más importante porque expresa el nivel de participación en la propia comunidad. “Cuando yo me siento responsable de la comunidad, aporto para que la comunidad pueda desarrollar su vida y su misión, la fuente principal de lo que es la vida de la Iglesia”.
¿Para qué se usa este aporte? Monseñor Ezzati aclaró que cubre la tarea de la evangelización, de la solidaridad, del culto, de construir nuevas iglesias y nuevos centros comunitarios. Además, ayuda a la vida de los presbíteros, de los diáconos permanentes y de aquellos que trabajan directamente en la tareas de la evangelización.
Finalmente, nuestro pastor hizo un llamado a los católicos a tomar conciencia de su vocación, a que consideren que los dones que regala Dios no son exclusivamente para sí, sino que son para ser compartidos, y que esperaría que esta campaña del 1% “vaya acrecentando en el país, la conciencia, el esfuerzo y el compromiso por crear una cultura del don, que va desde el don de sí mismo, a los dones que uno tiene para compartirlos con los demás. De esa manera vamos a ser mucho más felices y mucho más realizados”.
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Fuente: Comisión Nacional Financiamiento a la Iglesia