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Con una solemne y alegre eucaristía los docentes y directivos de los 7 establecimientos católicos de la región fueron enviados al trabajo noble de enseñar y educar a niños y jóvenes que inician este nuevo año escolar 2012.

En la celebración, organizada por el Departamento de Educación Católica de la Diócesis de Iquique, fueron presentados ante el Altar del Señor; una imagen de Jesús Buen Pastor como signo del modelo que los educadores quieren seguir, y el cuaderno del profesor donde se trazan los aprendizajes que se entregan a los alumnos y las experiencias que se vivirán este año.

Durante la homilía el Obispo Marco Ordenes se refirió al camino cuaresmal que los cristianos iniciamos hacia la Pascua, “este camino que nos lleva a la memoria y la presencia en la realidad de nuestra vida y lo que significa Jesucristo muerto y Resucitado, salvación para el mundo entero, para mi propia vida y para la de mis hermanos”.

De esta manera, agregó Monseñor que el mundo católico se dirige hacia la cumbre Pascual, “hacia esta noche santísima en donde, en torno a la Pascua, simbolizada en la belleza del Cirio Pascual, encendido en la oscuridad seremos invitados a confirmar, a volver a establecer este pacto de alianza, este encuentro con el Señor, donde confirmamos nuestra fe: Sí Señor creo, creo que tú eres el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo y quiero caminar detrás de ti”.

“Hemos recibido el don de la fe y necesitamos mantener encendida la luz de la fe en medio de un mundo, de una sociedad, de ambientes que lo hacen difícil. Por eso la Cuaresma es el tiempo en que renovamos el aceite de la lámpara. Estamos todos los días del año renovándolo, pero de una manera particular, por la oración y la escucha de la Palabra de Dios, por una mirada más en serio de nuestra interioridad y por el compartir solidario con los otros, nos podemos mirar y renovar más de fondo lo es nuestra fe”, aseveró.
“Queridos profesores, lo saben muy bien ustedes”, continuó monseñor Ordenes, “En los ambientes educacionales, incluso en los colegios católicos confesionales, en aquellos establecimientos de la misma Iglesia, nos resulta tan difícil mantener encendida la llama de la fe. Por eso necesitamos estos procesos de conversión, de transformación de todos nosotros, y para ello requerimos un verdadero encuentro con el Señor Jesús.”

Tantas veces la fe queda sometida solamente a lo formal, a lo externo e incluso a la ritualidad, añadió el Obispo y se refirió al Evangelio “Jesús va al templo, está preparando el camino de su Pascua, y con una actitud a la que normalmente no estamos acostumbrados, bota las mesas de los campistas, de las monedas al interior del templo, arma un látigo y comienza a expulsar a los que allí están haciendo un negocio y les dice a los que venden palomas, que no pueden convertir la casa de Dios en un lugar para hacer negocio”.

Lo que hay en esta actitud de Jesús, es un acto de purificación del templo, aseguró monseñor Marco y dijo que este signo, es una invitación y muestra que ante todo; “en el templo y en la relación con lo Sagrado, lo que importa es la Primacía de Dios”. Por lo tanto “se trata de que en nuestra relación con Dios, no quede tanto en los cambios externos, en las cosas, en las costumbres o rituales, sino que entremos a un verdadero encuentro con el Señor por intermedio de la fe, con una profunda experiencia en el corazón”.

“El conocimiento de Jesús no es solamente intelectual o racional, sino que ante todo es un conocimiento en el amor. De otra manera estará siempre en peligro de una fe cómoda, que no cambia la vida, incluso de una fe atea. Una fe que se acomoda porque de esta forma, tengo trabajo en un colegio católico. La fe es un experiencia de encuentro personal y comunitario con Dios”.

¿Qué es lo que bota el Señor en el templo de Jerusalén?, preguntó el Obispo y explicó que según la antigua costumbre solo se podían ofrendar las monedas judías especialmente hechas para colocarlas en el templo, por lo tanto las monedas extranjeras, las romanas, no podían entrar en el templo, y como esto habían una serie de costumbres que estaban ligadas al culto, a los actos propios del templo. “Lo que se buscaba con esto, en el origen de los ritos, era lo absoluto, la belleza, la profunda verdad de Dios”, “Cuando el rito no es purificado y la costumbre no es cuestionada permanentemente por la experiencia de la fe, se vuelve entonces en aquello con lo que Jesús se encontró; un negocio, un intercambio donde está la conveniencia, pero no el corazón. Se busca el darle a Dios para que Él me dé a mí, el trueque más ancestral del ser humano está allí, y la relación con Dios no es un trueque. Por eso la purificación con el Señor es fundamental.”, aseveró el Obispo de Iquique.

En la oportunidad monseñor Ordenes elevó su plegaria “pidámosle al Señor la gracia que vaya sacando de nosotros todo aquello que no nos ayuda a encontrarnos con Él, y que nos ayude a fortalecer todo lo que nos facilita en el encuentro con Dios”.
También en la bendición final, monseñor Marco Antonio Ordenes, dijo que hoy le pide 3 cosas para los profesores católicos; primero que sean profesionales de calidad, porque de esta manera “ustedes hacen justicia en primer lugar, a su propia vida y también a la de los demás. Segundo, que sean creyentes en Jesucristo, que lo busquen permanentemente y que lo encuentren. Eso significa también pelear con Dios, discutir y andar con Él, porque eso le hará bien a su salvación personal y ayudarán a la de los hermanos, porque hay que recordar que la vida no termina con la muerte. Nosotros vamos un poco más allá de lo que podamos arreglar en esta vida”.

En tercer lugar, “pido al Señor para ustedes, que sean solidarios. Hay algunos gremios que son difíciles, y eso pasa mucho por la falta de solidaridad. Ser solidarios, el apoyarse unos con otros genera buenos ambientes de trabajo, de diálogo, de compañerismo, de fraternidad. El crear buenos ambientes les hará bien a ustedes, a sus familias y a la educación. Le pido a la Virgen que los cuide, que les de ánimo y que los mantenga firmes y enraizados en la fe. ¡¡¡que tengamos un buen año!!!”.

Fuente: Comunicaciones Iquique

 Envío de Profesores Católicos