Mons. Pellegrin: “Ojalá que la verdad circule con misma fuerza que circuló la difamación”
Mons. Pellegrin: “Ojalá que la verdad circule con misma fuerza que circuló la difamación”

El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago dictó el sobreseimiento de caso por correo anónimo del colegio Verbo Divino.

Con el corazón en paz se manifestó Mons. Carlos Pellegrin Barrera, obispo de Chillán, luego de conocer el sobreseimiento de la causa en su contra por un correo electrónico anónimo que salió a la luz pública el año pasado y que lo vinculaba a supuestos actos impropios durante el tiempo en el que fue rector del Colegio Verbo Divino en Santiago.

La decisión fue adoptada el lunes por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, hasta donde llegó el fiscal Carlos Gajardo, encargado de la investigación, quien finalmente acreditó que las acusaciones no estaban fundadas en la realidad.

Mons. Pellegrin, quien por estos días se encuentra concluyendo su período de vacaciones, se refirió al tema en una entrevista con radio El Sembrador, de Chillán, donde se mostró contento por el fallo, pero bajo ningún punto sorprendido, debido a que siempre estuvo convencido que la verdad finalmente se impondría. “Ha sido un tiempo bastante difícil. Hay que asumir que estas cosas llegan y duelen, sobre todo cuando uno es golpeado de esa manera, a través de una acusación falsa y anónima. Es ingrato leer sobre situaciones que nunca han existido, en las cuales injustamente me vinculaban, y que tanto dolor han provocado en personas inocentes”, señaló.

Cultivando el perdón

Sobre el proceso indagatorio, dijo que siempre confió en que la instancia judicial terminaría por resolver el tema a su favor. “Tuve la posibilidad de declarar respecto a la falsedad de los hechos, de ir personal y voluntariamente a presentarme al fiscal, sin ser citado por él, presentarle mis puntos de vista y responder a todas sus inquietudes. Luego, supe que las personas que son aludidas en el correo, como supuestas víctimas mías, declararon muy pronto ante el fiscal, corroborando la falsedad de las acusaciones”, contó.

Por todo lo anterior, hoy asume esto como un período de gracia, del cual ha salido fortalecido, por las innumerables muestras de apoyo recibido. “Sentí mucha compañía. La solidaridad de mis hermanos obispos, de mis sacerdotes, de las religiosas, los diáconos, el apoyo recibido de las comunidades cristianas. Eso me ha servido para asumirlo como un tiempo de esperanza”.

Del mismo modo, señaló que lejos de cualquier rencor, ponerse en las manos del Señor durante este tiempo de espera, le ha permitido mantener su corazón en paz y cultivar el sentimiento del perdón hacia quienes hayan estado detrás del malicioso correo. “No albergo en mi corazón resentimientos hacia los autores de este mensaje, a los cuales perdono, aún cuando no me sea posible conocerles. Sólo pido al Señor que estas personas puedan recobrar la paz en sus corazones”, manifestó.

Comunicar para hacer el bien

El obispo de Chillán también se dio el tiempo para reflexionar sobre el uso de las nuevas plataformas de la comunicación, señalando que lejos de su sentido original, hay muchos que usan estas herramientas para destruir, como ha sido el caso de este correo electrónico.

En tal sentido, dijo que su deber es recordar que las nuevas plataformas de la comunicación han surgido como fruto de la tecnología al servicio del desarrollo humano. Por lo mismo, deberían ser entendidas como “un regalo de Dios”, a través del cual podemos crecer como persona, crear puentes de comunión y unidad entre los seres humanos, conocernos mejor para evitar conflictos y ayudarnos en momentos de crisis.

Reflexión a la luz de Cuaresma

La noticia del sobreseimiento ha sido dado a conocer poco antes del inicio de Cuaresma, y más allá de ser algo fortuito, señala el pastor diocesano, es una oportunidad para asumir nuestro encuentro con Dios a través de los signos de la cruz, el dolor, la humildad y el perdón.

Al mismo tiempo, continúa, “este tiempo de Cuaresma se presenta como una invitación a la comunidad cristiana, a tener confianza en la Iglesia y en sus pastores, a estar alerta y conscientes de que vivimos tiempos difíciles, y que debemos mantenernos en la línea de lo que nos pide el Evangelio”.

Finalmente, no guardó sus esperanzas personales en que este tiempo también sea una oportunidad para que esta resolución judicial pueda ser conocida por todas las personas que en su momento recibieron en sus correos el mensaje que contenía falsedades tan graves. “Es de justicia que la comunidad del colegio al que tantas personas han servido, sepa que existe una verdad. Dios quiera que la verdad circule con la misma fuerza que circuló la difamación”.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 21 de Febrero, 2012
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